Los inmigrantes que dicen ser creyentes casi doblan a los autóctonos

Una de las cuestiones que aborda el primer barómetro sobre la religiosidad, que ayer presentó la Generalitat, es si los catalanes tienen creencias religiosas. Un 55% asegura que sí y un 44% responde lo contrario. Más allá de la gran cifra, sin embargo, hay un matiz: son los nacidos fuera de la Unión Europea los que le dan oxígeno al sí: un 77%, casi el doble del 43% de los autóctonos que afirma ser creyente.

En España es anticonstitucional tener registros de fieles, por lo cual no hay datos oficiales. El estudio pretende mostrar cómo se definen los catalanes frente al sentimiento religioso y ha sido elaborado por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) con entrevistas presenciales a 1.600 personas, el 16,8% de ellas nacidas fuera de la UE. Casi cuatro de cada 10 consultados que nacieron en Cataluña aseguraron que “nunca han sido creyentes”. Del otro lado, entre la población inmigrante, el 77% dice que “siempre” lo ha sido.

La diferencia en las creencias entre autóctonos y población inmigrada explicaría el boom de centros de culto islámicos y evangélicos en la última década. La vicepresidenta Joana Ortega y el director general de Asuntos Religiosos, Enric Vendrell, también presentaron una nueva edición del mapa religioso de Cataluña. Desde 2004, el número iglesias evangélicas ha crecido un 113% y ha pasado de 341 a 725 registradas. Los centros de culto islámicos han aumentado un 84% (actualmente hay 256).

El 52% de los catalanes dice ser católico; el 18%, ateo

Las iglesia católica sigue siendo la que posee más centros de culto (6.701, el 83% del total), si bien la revisión del mapa no actualiza el número de centros con respecto a 2012. Entre 2010 y 2012 se cerraron 28 templos. En los últimos diez años también se ha doblado el número de sinagogas, que ahora son cuatro.

“Cataluña es un ejemplo de convivencia entre confesiones religiosas. En pocos lugares del mundo se puede vivir con tanta plenitud y libertad el hecho religioso”, aseguró Ortega. Los datos dicen que el 53% cree que no hay conflicto entre vecinos de diferentes creencias, pero admite que no tienen relación con seguidores de otros credos.

 Por religiones, el 52% de los catalanes dice ser católico; el 18%, ateo; el 12%, agnóstico; el 7%, musulmán; el 2%, evangélico; y el 1,3%, budista. Un dato revelador que no figura en el estudio: solo un 15% de las ceremonias de despedida de difuntos son aconfesionales.