Los jardineros del jazz-pop

Ganarse la vida con la música nunca fue tarea sencilla en España. Intentarlo con una banda que integra canción de autor, jazz y unas gotas de blues parece una misión casi suicida. El batería Goiko Martínez y el cantante y trompetista Alejandro Serrano, madrileños nacidos en 1983 y 1985, respectivamente, llevan intentándolo desde hace cuatro temporadas al frente de DuMMie; una de las formaciones más frescas, innovadoras e inteligentes que haya conocido en los últimos tiempos la ciudad.

DuMMie ha padecido momentos desalentadores: “El fin de semana pasado actuamos en Lugo y Ourense ante menos gente de la que había en mi último cumpleaños”, admite Goiko con resignación. Pero otras recompensas endulzan el balance con creces. La principal, un primer disco, Un jardinero en la Antártida, con 13 notables composiciones propias, que lleva en circulación varios meses. Otra, la inminente presentación de su trabajo esta noche en la Galileo Galilei.“Ahora no vivimos juntos, pero anoche, curiosamente, no podíamos conciliar el sueño ninguno de los dos”, revelan casi al alimón, parapetados tras sus gafas de sol, mientras paladean una cerveza. Al final, no tuvieron que recurrir al Lexatín, el popular ansiolítico que mencionan en No sale a cuenta, una de sus canciones más elocuentes. “Da mejor resultado la relajación. Y así habría que tomarse la vida”, defiende Martínez.

DuMMie es una de las formaciones actuales más frescas e inteligentes

Durante tres años, Álex y Goiko compartieron un piso minúsculo en el barrio de Almendrales y allí, mientras liquidaban sus proyectos musicales anteriores (las bandas No Reply y Mojo Project, respectivamente), comenzaron a soñar con un sonido propio y canciones en castellano. “Nuestras bandas utilizaban el inglés, pero nos hartamos. Para contar y vivir una historia tienes que emplear el mismo idioma que el que usas ahora mismo, tomando una cerveza”, argumenta Serrano. Nada fue fácil en el alumbramiento de DuMMie, ni siquiera a efectos logísticos —“los vecinos eran poco comprensivos y teníamos a los municipales todo el día en casa”—. Pero la inspiración definitiva llegó, curiosamente, en un instante de desaliento. “Vivíamos en precario, sin dinero, sin giras, sin apenas curro y nos dijimos en voz alta: ‘Tenemos menos futuro que un jardinero en la Antártida’. De pronto, ese pensamiento se tornó en un revulsivo, resume el cantante de la trompeta en ristre.

El repertorio de estos tenaces jardineros del pop bebe tanto de cantautores como Drexler, Quique González o John Mayer como de algunos grandes del jazz estadounidense: Roy Hargrove, Esperanza Spalding, Harry Connick Jr., incluso A.J. Croce. “Álex compone con armonías duras, complejas, influido por la escena neoyorquina”, certifica su compañero de filas. Y el aludido remacha: “Muchos compañeros músicos nos han dicho que escribamos piezas más fáciles, pero no podemos. Reflejamos con honestidad lo que somos y pensamos, como buenos románticos, que acabarán encontrando su hueco”.

Por lo pronto, Quique González acaba de aceptar una sugerencia original: la grabación de tres temas (por ahora solo disponibles en YouTube) de los que uno es propio (Pájaros mojados), otro de DuMMie (la adaptación de Todos ustedes parecen felices, el poema de Ángel González) y el tercero, una versión de Mi hogar en cualquier sitio, de Antonio Vega. Y para el segundo trabajo del dúo —que en directo se convierte en quinteto— ya hay listos “ocho o nueve temas”.

DuMMie aún es un sueño en números rojos, pero Alejandro y Goiko lo tienen claro: “nunca habíamos participado en un grupo de sonido tan crudo y sincero”. El primero trabajó con M-Clan y acaba de finalizar una gira con Dani Martín. El segundo pone sus baquetas al servicio de India Martínez y de los ídolos adolescentes Gemeliers. Son trabajos dignos que asumen sin disimulo. “Pero cuando nos juntamos como DuMMie, no podemos parar de sonreír”, recapitulan.

DuMMie presenta Un jardinero en la Antártidaesta noche (21.00) en Galileo Galilei (c/ Galileo 100. Metro Islas Filipinas). 9 euros.