La Guardia Civil se incauta en la Jonquera de 92,5 kilos de coral rojo

La Guardia Civil ha efectuado en la Jonquera (Alt Empordà) el mayor decomiso de coral (corallium rubrum) hecho nunca en Cataluña. Los agentes localizaron en el maletero del coche de un ciudadano italiano de 49 años afincado en Fuengirola (Málaga) 92'5 kilogramos de esqueletos calcáreo de este preciado animal, cuya extracción está prohibida al encontrarse la especie en peligro de extinción por las capturas salvajes a que es sometida, dado su valor para la industria joyera. Todos los indicios apuntan a que procedía de Marruecos e iba camino de Nápoles, donde se encuentran los grandes compradores esta especie marina para convertirla en joyas. Los agentes levantaron dos actas, una por infracción a la Ley de Contrabando y otra por infringir la normativa de pesca. El valor mínimo de la incautación sería de alrededor de 74.000 euros.

Sobre las 11.30 horas del pasado domingo, agentes de la Guardia Civil de la Jonquera pararon en un control rutinario a un turismo. Durante la inspección del vehículo, de matrícula española, localizaron en el maletero los 92'5 kilos de coral rojo. De inmediato alertaron a los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, con base en el l'Estartit, quienes son los expertos en esta materia y los encargados de perseguir a los furtivos e infractores. Los GEAS se desplazaron hasta la Jonquera y, una vez allí, comprobaron que el conductor y único ocupante del vehículo no llevaba ninguna documentación que acreditara la lícita procedencia del coral ni tampoco documento alguno que demostrara su trazabilidad (legalidad del lugar extracción, lugar de adquisición y canales de distribución).

El valor en el mercado de lo incautado por la Guardia Civil supera los 74.000 euros

El conductor explicó a la policía que la importación y exportación de coral rojo era su negocio. Les informó de que todo el coral era de su propiedad y les dijo que, como había hecho en los últimos 20 años, lo había adquirido en Marruecos, los importaba a España a través de la Aduana de Algeciras y posteriormente distribuía esta preciada construcción calcárea de rojo intenso en el que viven unos pequeños pólipos blancos, gelatinosos y traslucidos, tanto en España como en Italia, donde la tradición de griegos y romanos que explotaban el coral para utilizarlo en joyería con un interés comercial viene de muchos siglos atrás.

Para demostrar la legalidad tanto de la procedencia como de la importación del coral, presentó una documentación que, una vez inspeccionada, no satisfizo a los agentes, porque no era posible seguir su trazabilidad tal y como establece la legislación pesquera. Igual que tampoco tenía en su poder el documento que permite la salida de mercancía al extranjero.

Se estima que los 92'5 kilos de coral corresponden a una masa biológica de unas 17.200 colonias o ramas de coral rojo. La crisis económica y los conflictos en países de tradición extractiva del coral han más que triplicado el valor de las capturas en los últimos tiempos. En la actualidad un kilo de coral se puede vender entre 800 y 1.200 euros el kilo, dependiendo de su calidad. Ello es más del doble del precio que se pagaba en años anteriores.

Desde 1998, los coraleros furtivos han saqueado el litoral gerundense desde la costa de Begur (Baix Empordà) a Francia. En estos 16 años los GEAS y los Agentes Rurales, encargados de controlas la pesca de la especie, se han incautado de 181 kilos de este preciado organismo, frágil y vulnerable.