Los robos violentos bajan un 18% en Barcelona, pero aumentan los hurtos
Espadaler y Trias creen que la capital catalana es "más segura que hace cuatro años"
Los atracos con violencia y los "tirones" en la calle descendieron cerca de un 18% en Barcelona durante el año pasado. En cambio, se registró un ligero repunte tanto de los hurtos, con 575 casos más que en 2013, como de los robos con fuerza en domicilios, que crecieron un 6,6%.
Este es el balance del informe sobre criminalidad y victimización en Barcelona que hoy han presentado en rueda de prensa el consejero de Interior, Ramon Espadaler, y el alcalde de la ciudad, Xavier Trias. Ambos han celebrado los datos estadísticos porque, a su parecer, demuestran que la capital catalana es "más segura que hace cuatro años".
El informe revela un descenso del 1,58% de los hechos delictivos en general, por cuarto año consecutivo, especialmente de los robos violentos en la calle, que disminuyeron un 17,7%. Por otro lado, el aumento de los hurtos, la mayoría de los cuales siguen ocurriendo en el transporte público, contrasta con otra de las cifras del informe: el número de turistas víctimas de delitos se redujo en un 16,7% el año pasado.
Joan Carles Molinero, comisario jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, ha explicado que el incremento de hurtos obedece en parte a un nuevo grupo de carteristas. Pero los Mossos esperan poder actuar contra ellos con mayor contundencia legal "si entran en el circuito de la multirreincidencia". Molinero ha apuntado que esa subida puede deberse a un "trasvase de delincuentes" que anteriormente se había dedicado, principalmente, al robo con fuerza en el interior de vehículos. De todos modos, el comisario ha descartado que tenga relación con "grupos criminales organizados, como los que actuaban hace años en Cataluña".
Tanto Trias como Espadaler han relacionado el descenso delictivo con el aumento de cooperación entre la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, que han desplegado 2.262 operaciones conjuntas, un 16% más que en 2013. Espadaler considera que la bajada de la criminalidad y del número de turistas víctimas de delitos "no es casual". Para el consejero, ese descenso responde: a la "voluntad política" del Ayuntamiento y la Generalitat para fomentar la cooperación policial; a la colaboración de la Fiscalía y la judicatura para luchar contra la multirreincidencia; y a la "apuesta continuada por la prevención".
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