Mossos reciben 22 denuncias por secuestros virtuales en 45 días
Los estafadores llaman desde Chile y se hacen pasar por miembros de bandas latinas
Los Mossos d'Esquadra han recibido en un mes y medio 22 denuncias de secuestros virtuales, una modalidad delictiva donde a través de una llamada telefónica unos estafadores hacen creer que tienen secuestrado un familiar de quien responde al teléfono. La policía catalana detectó por primera vez este tipo de delito el pasado 3 de febrero, con un caso en Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà).
Desde entonces la cifra ha crecido exponencialmente, a pesar de que hasta ahora la policía no tiene constancia que ninguna de las víctimas haya llegado a pagar. Los falsos secuestradores son siempre los mismos, un grupo de personas que vive en Chile, desde donde aleatoriamente marcan números de teléfono en España. La cifra en todo el Estado llega al centenar de personas que han sufrido esta estafa y, fuera de Cataluña, en algunos casos sí que se ha llegado a pagar.
La técnica de los estafadores es no dejar hablar a las víctimas. Cuando la persona descuelga el teléfono le dicen que forman parte de una banda latina, y empiezan a escuchar gritos y llantos de fondo, y coacciones verbales para que la víctima no cuelgue en ningún momento. Entonces aseguran que tienen a su hijo secuestrado, y preguntan: "¿A usted le parece bien pagar 5.000 euros por la vida de su hijo?".
Los delincuentes inician una negociación, que puede llevarlos a bajar la cifra tanto como haga falta. El objetivo es cobrar tan rápidamente como sea posible, ya sea a través de una transferencia bancaria, o a través de un ingreso al extranjero en metálico realizado por empresas que se dedican a enviar este tipo de remesas.
Los Mossos han bautizado esta estafa como "secuestro extorsivo", y recomiendan que la persona que recibe este tipo de llamadas no dé ninguna información personal que puedan usar contra él. Es habitual que en los primeros momentos, cuando oyen unos gritos a través del teléfono, las víctimas gritan el nombre su hijo, casi sin darse cuenta. Esta información la utilizan los secuestradores para dar credibilidad a su mentira. También recomiendan a los ciudadanos que si reciben este tipo de llamadas, lo denuncien, y sospechan que hay una cifra negra de personas que cuelgan el teléfono, pero no hacen nada más.
Secuestros en México
Esta modalidad de secuestros virtuales tiene su origen en México. Pero allá los estafadores utilizan una técnica más depurada, donde hacen creer a la misma persona que está secuestrada. La policía catalana, junto con la Guardia Civil, intervino en octubre de 2013 en el caso de un empresario de Parets de Vallès, que estuvo 20 horas al teléfono, creyendo que estaba secuestrado.
El hombre fue víctima de un grupo de personas, que primero se hicieron pasar por policías, y lo convencieron para que cambiara de hotel a otro más seguro. Una vez lo tuvieron ubicado en un nuevo hotel, dijeron que formaban parte del cártel de Los Zetas, y pidieron 60.000 euros por su libertad.
Los Mossos también actuaron en el caso de una esteticista a quien reclamaban una deuda en Acapulco, y el de otro empresario, que finalmente pagó. La Ertzaintza intervino también en el secuestro virtual en México del grupo de música indie Delorean.
Venezuela, Chile y Argentina son otros países donde se dan este tipo de secuestros, que todavía no han llegado al Estado español, sobre todo porque la persona difícilmente creerá que está secuestrada por un grupo de narcotraficantes. En México, por ejemplo, se dan unos 220 secuestros al mes, según fuentes policiales. En un año en Cataluña se producen entre 7 y 8 de media, y en 2014 no se produjo ninguno.
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