La partición del PP en Orihuela alcanza a Nuevas Generaciones

La grieta se va ensanchando en el Partido Popular de Orihuela, agrupación que otrora presumía de ser la segunda en militantes de toda la provincia alicantina. La dirección de Nuevas Generaciones (NNGG) en la capital vegabajense ha dimitido en bloque este miércoles por la expulsión de la expresidenta local, Pepa Ferrando, y los concejales que junto a ella no votaron una moción contra la corrupción.

Antonio Sánchez, quien se convirtió en 2012 en presidente de las juventudes populares, abandona su cargo en un clima que considera de falta de democracia interna. El PP de Orihuela prácticamente fue intervenido por la dirección autonómica y provincial cuando nombró a Dámaso Aparicio presidente del partido local en detrimento de Ferrando, a quien se abrió un expediente de expulsión el pasado diciembre que ya es efectivo.

En un comunicado, Sánchez destaca su "falta de acuerdo con las decisiones que ha tomado el PP". Ferrando se negó a votar junto a otros cinco concejales una moción que solicitaba el compromiso al Consistorio para que ningún partido incluyera imputados en sus listas electorales, algo que hubiera afectado a la propia Ferrando y a la mitad de los concejales populares en Orihuela, investigados en varias causas.

A juicio de Sánchez, no se les debería haber expulsado de la militancia ya que tanto su directiva como la de Ferrando fueron elegidas en asamblea por más de 1.400 votos. El PP es una “herramienta social que ha quedado obsoleta”, sentenció Sánchez en su escrito. Las críticas de Sánchez van en línea con una parte importante de la ejecutiva local que se posicionó junto a Ferrando.

Junto a él se van la secretaria local, Alicia Murcia Selma, y el vicesecretario, Alberto Parra Rabasco. Sánchez no descarta abandonar también la militancia del partido, pero de hacerlo a buen seguro encontraría resguardo en otra formación si finalmente cuaja la iniciativa de Ferrando de montar una nueva formación.

Desde NNGG de la provincia de Alicante han emitido un comunicado en el que respaldan "todas y cada una de las medidas" adoptadas por la dirección del PP en el caso de Orihuela. La respuesta de la provincial a su filial oriolana se basa en los acuerdos adoptados en la Convención Provincial celebrada en octubre de 2014 en Benidorm, donde se consensuó que no habría imputados encabezando listas populares.

En el fondo de todo, subyace una disputa entre la dirección provincial y aquella parte del partido que apoya a Ferrnado y que está ligada también a la exalcadesa popular Mónica Lorente, también afectada junto a los miembros de su equipo de gobierno que entre 2007 y 2011 llevaron las riendas de la ciudad. En las elecciones de 2011 se apreció que el voto oriolano destinado a las urnas de los populares locales era menor que el número de apoyos recogidos por la candidatura de Mariano Rajoy que concurrió meses más tarde.

El PP llegó al gobierno de Orihuela bajo las siglas de Alianza Popular en 1987 y no soltó la dirección de la ciudad hasta el 2011 cuando quedó en minoría, en parte por la escisión vivida dentro del partido y que originó una migración hacia otros partidos como el Centro Liberal Renovador.