Feijóo minimiza las ganancias de Abanca y la oposición ve un “pelotazo”
El presidente dice que se enteró por el rey Juan Carlos de la crisis de las cajas gallegas
Los beneficios de 1.157 millones de euros declarados por Abanca en 2014 frente a los mil millones que Banesco pagó un año antes al Estado por la entidad que había recibido 9.000 millones en ayudas públicas desató esta mañana un duro debate en el Parlamento de Galicia. Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el negocio bancario real de Abanca está “muy por debajo” de esas cifras mientras que para la oposición el volumen de beneficios prueba su tesis de que la fusión, bancarización y venta de las antiguas cajas gallegas fue un “pelotazo” según el BNG, una “estafa” según AGE o un ataque al “interés público” según el PSdeG.
El portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu, fue el que inició el debate de la cuestión en la sesión de control al Gobierno gallego al preguntarle a Feijóo por un reciente libro del periodista Fernando Ónega en el que cuenta que fue el rey Juan Carlos el que informó al presidente de la mala situación de las cajas en la primera reunión que mantuvieron tras su toma de posesión. “Efectivamente la primera noticia la tuve a través de su majestad”, confirmó Feijóo, quien aprovechó para reprocharle a Méndez Romeu, que dirigió el traspaso de poderes del bipartito al PP en 2009, que no le hubiese informado de nada. “Me tuve que enterar en Madrid”, dijo.
El presidente culpó al PSOE de la falta de control de la expansión de las cajas y de los sucesivos fiascos y obstáculos en su fusión, y defendió que la venta final de la entidad al venezolano Banesco fue la menos mala de las distintas opciones posibles ya que así sigue existiendo una entidad financiera radicada en Galicia “que mantiene 4.500 empleos y encima da dividendo”. Sobre esas ganancias de cerca de 1.200 millones, Feijóo recordó que “500 millones” son créditos fiscales (aplazamiento de impuestos) y por lo tanto “no son beneficios” y otro tanto corresponde a plusvalías por operaciones financieras y ventas. A su juicio, “el negocio bancario está muy por debajo de esas cifras” y la oposición lo criticaría tanto si la entidad da beneficios como si hubiese arrojado pérdidas.
Para el nacionalista Francisco Jorquera, la venta de Abanca fue “ruinosa”, un “pelotazo” en el que “no se va a recuperar ni un solo euro de los 9.000 millones públicos” que se inyectaron en ella para sanearla antes que la comprase Banesco. Jorquera criticó que el PP se opusiese a convertir la entidad en un banco público y se apresurase a venderla y Feijóo le respondió que está a favor de aportar dinero público para que los afectados por las participaciones preferentes puedan recuperar sus ahorros pero no “para hacer de banqueros”.
Desde AGE su viceportavoz, Yolanda Díaz, acusó a Feijóo de ser “responsable de la estafa” de la venta de Abanca ya que “sabía que valía muchísimo más” que los mil millones de euros pagados por Banesco. El presidente le respondió alegrándose de que la oposición le pregunte “por una entidad financiera que ya no da pérdidas y por una economía gallega que ya no cae”. Porque la economía fue la otra gran cuestión de la sesión de control al Gobierno, con la oposición reprochándole a Feijóo el estancamiento de la economía gallega durante 2014, cuando creció un 0,4% frente al 1,4% de la media española. El presidente volvió a atribuirlo al mal comportamiento coyuntural de PSA Peugeot-Citroën y de los astilleros a la espera de que comiencen a producir los nuevos encargos que ya tienen apalabrados. También se amparó en el mejor comportamiento de Galicia frente al resto de España en los años previos de recesión para minimizar el dato del último año. “A nosotros Galicia nos duele”, dijo Feijóo, quien concluyó reconociendo que 2014 no fue tan buen año como debería. “Les parece que debería crecer más, a mí también”, sentenció.
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