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DIARIO DE CAMPAÑA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El debate y ‘La báscula’

Es difícil discernir quién ganó, ya que faltaron dos fuerzas políticas, Podemos y Ciudadanos

La báscula es un programa de Canal Sur en el que cuatro personas con sobrepeso se someten a un proceso de lucha contra los kilos. En los estudios donde se graba se desarrolló el lunes el primer debate a tres de las elecciones andaluzas. El final fue muy parecido. El trío de candidatos salió del plató provocando la misma sensación ante los ciudadanos que los concursantes de ese programa: todos presentaban pérdida de peso, al peso demoscópico me refiero. Entraron sumando 109 diputados en el Parlamento y pueden salir de las elecciones, como mínimo, con unos 25 escaños menos.

Hasta hora el récord de peso de La báscula lo tenían cuatro amigos. Salvador, Manuel, Carlos y Rafael, vecinos de un pueblo de la comarca de Ronda en Málaga. Sumaban 704 kilos y en su primera semana en el programa perdieron 25. Según las encuestas, los candidatos del PSOE (Susana Díaz), PP (Juanma Moreno) e IU (Antonio Maíllo) ya se incorporaron al plató inmersos en una dieta de adelgazamiento electoral y el debate les sirvió para igualar el éxito de los cuatro vecinos de Ronda. El reto para los tres aspirantes a la Junta era no perder más de lo que ya habían perdido, pero no está claro que lo lograran.

Es difícil discernir quién ganó el debate, ya que faltaron dos fuerzas políticas, Podemos y Ciudadanos, que llevan meses dándole bocados al pastel electoral que estos tres contendientes se repartieron en las pasadas elecciones. Los sondeos auguran que habrá que sacar, como mínimo, dos platos más para los comensales que no estaban el lunes en los atriles. Se trata de dos alternativas que parten de cero y cuya tendencia es engordar su presencia en el Parlamento.

El debate fue un monólogo de intentos. Susana Díaz intentó demostrar que se puede ser la candidata del partido que lleva tres décadas gobernando Andalucía y hablar como si ella hubiese sucedido al PP en la Junta. Moreno Bonilla se dedicó a censurar la corrupción, como si el PP de Andalucía no perteneciera al PP de España. Y el candidato de IU se tiró toda la noche intentando que alguien le contestara las preguntas que hacía. Sin éxito alguno. Una lástima de debate. Al plató de La báscula le faltó la mitad de los pesos, esos con el que poder dar la medida exacta de la situación real de las elecciones en Andalucía.

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