Detienen a 65 personas por estafar medio millón de euros vía internet
La organización utilizaba el 'phising' para hacerse con las contraseñas de las cuentas bancarias de al menos, 171 víctimas
La Policía Nacional ha detenido a 65 miembros de una organización dedicados a estafar mediante la técnica del phising. Este método consiste en hacerse pasar a través de internet por una entidad bancaria y solicitar a la víctima, las claves de acceso para operar online con el pretexto de realizar cualquier verificación; una vez obtenidas las claves los ladrones vacían las cuentas de la víctima. Según las primeras averiguaciones, los acusados llegaron a defraudar medio millón de euros a personas extranjeras. La organización estaba compuesta por ciudadanos rumanos y españoles. Los miembros de esta red obtenían los datos bancarios de cuentas situadas en países extranjeros para hacer después, transferencias ilícitas a otras cuentas abiertas en España. Una vez que el dinero se había transferido correctamente, los delincuentes utilizaban muleros, o lo que es lo mismo, mensajeros que trasladaban el dinero a Rumanía, a través de empresas de envío de efectivo o en persona.
Según las investigaciones, los delincuentes utilizaban Barcelona como centro de operaciones pero también realizaban transacciones desde Jaén, Alicante, Valencia y Castellón. Entre los arrestados se encuentra el líder de la organización en España. La Policía Nacional ha identificado 171 víctimas de distintas nacionalidades.
La investigación comenzó en marzo de 2013 después de que una entidad bancaria alertara del uso de tarjetas falsificadas de su entidad para realizar pagos en comercios de la provincia de Barcelona. Los agentes identificaron a varios de los autores en Barcelona. Por otro lado, la Guardia Urbana de Cornellà de Llobregat informó de la existencia en su municipio de un grupo dedicado a la clonación de tarjetas de crédito y a la extracción en cajeros automáticos de efectivo procedente de transferencias ilícitas. Los agentes estiraron del hilo y constataron la participación en estos hechos de 74 personas que operaban desde España. Todos formaban, supuestamente, un entramado en el que los dirigentes, ciudadanos rumanos, actuaban desde su país de origen y repartían las ganancias al 50% con la rama española de la organización.
La Policía Nacional acusa la red de hacerse con los datos bancarios de ciudadanos de Alemania, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Suecia, EEUU y Australia mediante phising. Una vez conseguidos estos datos realizaban transferencias ilícitas desde estas cuentas a otras abiertas en España. Entonces aparecían los muleros que extraían el efectivo transferido en cajeros automáticos o directamente en las oficinas bancarias para luego trasladarlo a Rumania. La organización cuidaba que el efectivo no superase los 3.000 euros para no llamar la atención de los empleados. Además, siempre iban acompañados de un miembro de confianza de la organización encargado de garantizar el traspaso del dinero al grupo una vez descontado el porcentaje para el mulero.
Todos los miembros de la organización daban cuenta ante los dirigentes que se encontraban en Rumanía y que sometían a los muleros a amenaza constantes, si alguno trataba de huir con el botín, varios miembros de la organización se trasladaban a España para recuperarlo, empleando distintos medios de coacción incluso armas de fuego.
Para evitar ser interceptados, la organización diseminó las operaciones ilegales para no efectuar todas las operaciones desde Barcelona. De esta forma, abrieron cuentas en Jaén, Alicante, Valencia y Castellón.
Según los investigadores, la organización tenía estipulado un reparto específico de beneficios. El 50% de estos era para los dirigentes de la organización asentados en Rumanía, los muleros el 10%, los supervisores el 10% y el resto, un 30% del total, fue a parar a manos del líder de la organización en España, quien también fue arrestado.
La organización, no sólo utilizaba el phising en la modalidad de suplantar la página web de internet, sino que manipulaba el correo electrónico de agencias inmobiliarias dedicadas a alquilar inmuebles en España, para que, tras el primer contacto entre la víctima y la inmobiliaria, el resto de comunicaciones quedasen comprometidas. De esta forma las transferencias de fondos a la empresa legítima en realidad se hacían a la organización criminal.
El grupo también falsificaba tarjetas visas mediante un dispositivo electrónico que colocaba en los cajeros automáticos, con los que conseguía duplicarlas para extraer dinero de la cuentas.
En el transcurso de las investigaciones resultaron detenidos 65 individuos en Andújar, Santa Pola, Badalona, Castellón, Valencia, Gandía, Cornellà y Sant Feliu de Llobregat. Por otro lado, los registros . Otros 27 impuados se encuentran pendientes de detención por encontrarse en Rumanía.
El importe defraudado supera los 490.000 euros, aunque los investigadores calculan que puede alcanzar el millón de euros. Se han identificado 171 víctimas y se han intervenido 60 libretas bancarias,
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