CC OO advierte de 110 enfermedades laborales que se presuponían comunes
El sindicato dice que Osakidetza ahorra 40.000 euros por cada cáncer que pasa de enfermedad común a contingencia laboral
CC OO de Euskadi ha asegurado que Osakidetza se ahorra 40.000 euros por cada cáncer que pasa de enfermedad común a enfermedad de ámbito laboral. El sindicato también ha apuntado que en 2014 fueron diagnosticados 110 casos (dos casos por semana) de enfermedades provocadas por agentes laborales que en un principio habían sido clasificadas como enfermedades comunes.
Unai Sordo, secretario general de CC OO en el País Vasco, y Alfonso Ríos, responsable de salud laboral de este mismo sindicato, han comparecido esta mañana en rueda de prensa para ofrecer estos datos y denunciar un “verdadero atraco de las mutuas” a muchas personas que se sienten “como llaneros solitarios”, las cuales, en su gran mayoría, “son pensionistas” y por eso “es más difícil” detectarles estas contingencias derivadas de su vida profesional.
Para combatir lo que Ríos ha calificado como “una doble tortura”, tanto de la salud como de las mutuas, CCOO aboga por la denuncia, “la movilización” de la gente y “la difusión social” por parte de los medios de comunicación.
El responsable de salud laboral de este sindicato ha apelado a la pérdida de derechos y de compensaciones económicas que sufren los afectados cuando su enfermedad es diagnosticada como común por parte de los médicos del servicio de prevención, quienes, a su vez, “deberían conocer las enfermedades”.
Denuncia un “verdadero atraco de las mutuas” a muchas personas
En la misma línea, Sordo pide a Osalan, Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, que “refuerce su trabajo” y “que sancione a quien no comunique sospechas de enfermedades laborales”, ya que “hay responsables que no hacen nada ante las sospechas”.
Desde CCOO lamentan el “desprecio que existió en este país durante muchos años”, en los que “no se pusieron las suficientes medidas”. Por este motivo, exigen la “creación de un fondo de compensación que tiene que correr con los recargos y con las indemnizaciones y en el que participen económicamente la Seguridad Social, las mutuas y las empresas por las enfermedades provocadas por el amianto que estamos detectando”, citando a Francia y Bélgica como ejemplo de países que ya tienen este fondo compensatorio, por la importancia “de que haya recursos públicos además de los recursos que pone este sindicato”.
Sordo también augura en este sentido que “lo que no se haga ahora se verá el día de mañana”, puesto que “las consecuencias de estos casos no son inmediatas en una sociedad de la inmediatez”.
Cánceres, provocados en gran medida por el amianto, silicosis , enfermedad respiratoria que se produce por la inhalación de sílice y los consiguientes restos de polvo que quedan en los pulmones, y las pérdidas auditivas, son las enfermedades más habituales que se han diagnosticado en primer lugar como comunes, pero que a posteriori se han declarado de origen laboral.
Muchos de los afectados, sostienen desde CC OO, achacan estos problemas de salud a factores ajenos a su vida profesional, entendiéndolos como algo “propio de la edad”, cuando en realidad derivan de contactos con determinados agentes, producidos años antes, en el desarrollo laboral de estas personas.
Para el sindicato, el problema reside en que “muchas de estas patologías aparecen varios años más tarde” y “son las mutuas las que ocultan estas enfermedades para ahorrar” indemnizaciones y el pago a los afectados por daños y perjuicios.
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