Feijóo dice que no ahorra en hepatitis y esgrime el gasto en sida o cáncer
La oposición lo acusa de desproteger a los ciudadanos más débiles, sean enfermos o menores a las que dificulta abortar
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, replicó esta mañana en el Parlamento a AGE y BNG que su Gobierno no está recortando en el tratamiento a los enfermos de hepatitis, como lo acusaron ambos partidos de la oposición por la demora en tratar a los pacientes con nuevos fármacos. Para justificarlo, Feijóo destacó lo que gasta la Xunta al año en tratamientos para enfermedades graves: 35 millones de euros para 4.000 pacientes con VIH, 78 millones para leucemia o 66 millones para diabetes, enumeró el presidente, quien aseguró que “todas estas cifras son superiores a lo que puede costar la hepatitis C”. El presidente también puso como ejemplo de la ausencia de criterios economicistas en el Sergas el hecho de que a un paciente cuyo caso fue citado por AGE se le hiciesen dos trasplantes de hígado: “Un trasplante tiene un coste muy superior a cualquier tratamiento”, destacó Feijóo.
El presidente aseguró que la Xunta implantará “de forma inmediata” los “criterios científicos” que le recomienden los expertos sobre qué tratamiento aplicar a cada paciente, lo que llevó al portavoz del BNG, Francisco Jorquera, a destacar que “si los expertos recomiendan que se den esos medicamentos, es que ahora no se hace”. Desde AGE su viceportavoz, Yolanda Díaz, acusó al PP de plegarse a los intereses de la farmacéutica que ha desarrollado el nuevo tratamiento y preguntó, sin obtener respuesta, por qué el Gobierno no autoriza su fabricación como medicamento genérico más barato.
En la misma sesión de control al Gobierno, el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, preguntó a Feijóo por su postura sobre la reforma de la ley del aborto que impulsa el Ejecutivo central para que las menores tengan que contar con autorización de sus padres o tutores. El socialista recordó que en una pasada sesión parlamentaria el presidente gallego había prometido que su partido buscaría el consenso en dicha ley y lo acusó de condenar a la ilegalidad a las menores que acaben abortando sin poder contar con permiso paterno por vivir en familias desestructuradas, que cifró en 120 casos al año en Galicia. Feijóo apenas respondió a la pregunta del socialista argumentando que su formulación previa por escrito no citaba el aborto sino que apelaba a “las demandas de servicios públicos de la ciudadanía”. Aunque ni Méndez Romeu preguntó finalmente por esa cuestión ni Feijóo le respondió por lo que le cuestionaba, la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, no llamó la atención a ninguno de los dos.
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