Can Vies, precintado y ‘desprecintado’
Manifestación contra la prohibición de una obras sin licencia en la casa ocupada
Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona y técnicos del Ayuntamiento precintaron ayer el edificio ocupado de Can Vies del barrio barcelonés de Sants. El Consistorio alegó que se estaban realizando obras en el interior del inmueble sin la preceptiva licencia correspondiente. Tras precintar el edificio los agentes abandonaron el lugar y, en cuestión de segundos, los ocupantes ya habían vulnerado el sello y accedido al inmueble. A las 20.00 horas comenzó una manifestación en la que marcharon por el barrio de Sants dos centenares de personas protestando por la acción del Consistorio. Los manifestantes precintaron, simbólicamente, la puerta de la sede del distrito de Sants. Acto seguido, regresaron a la casa ocupada y anunciaron que seguirían las obras pese a la prohibición.
Fuentes del Ayuntamiento aseguraron ayer que los ocupantes de Can Vies “han incumplido la orden de suspensión de obras que se había acordado”. Un portavoz del Consistorio aseguró que se había ofrecido la posibilidad que tuvieran una “licencia de obras en precario” pero añadió que "no se había recibido ninguna respuesta" por parte de los ocupantes del edificio. “Hemos seguido los trámites ordinarios que consisten en abrir expediente, suspensión de obras – que tiene fecha del 22 de diciembre -, constatar el incumplimiento de la sucesión y precintar”, aseguraba ayer la misma fuente.
En la orden de precinto se advierte que obstaculizar el precinto o incumplirlo "puede constituir un delito de desobediencia a la autoridad". Pese a la advertencia, en cuanto los agentes abandonaron el lugar decenas de personas volvieron a acceder al inmueble.
Previa a la concentración en la plaza de Sants un portavoz del colectivo, que simbólicamente ha asegurado llamarse Pau Guerra, admitió que han evitado tener “cualquier tipo de contacto con el Consistorio” e hicieron caso omiso a los requerimientos del Ayuntamiento. El portavoz calificó la decisión administrativa como “un ataque más por parte del Consistorio para intentar parar el símbolo y el proyecto de autogestión que es Can Vies”.
Acto seguido, unas 200 personas marcharon por la calle de Sants tras unas pancartas que rezaban: “Can Vies no se precinta, la represión no parará la autogestión” y “No nos callaron a golpe de porra y ahora quieren aislarnos de la sociedad”. Varias fueron las proclamas coreadas por los manifestantes entre las que destacaron : “Con capucha o sin ella, el barrio se defiende” y “Guardia Urbana torturadores”.
Al llegar a la sede del distrito de Sants, dos personas , simbólicamente, precintaron el inmueble municipal acusando al consistorio de: “Reprimir, especular, desalojar, desahuciar, robar, privatizar, encarcelar, mentir y precintar”.
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