Maestros jubilados cubren el vacío de la pública en Pontedeume
Imparten clases de refuerzo a alumnos con necesidades educativas en la sede del PSdeG
Dicen que su intención es llenar los huecos que dejan los recortes a los programas de refuerzo con beneficencia educativa y sin hacerles la competencia a las academias privadas. Más bien, exponen, detectaron una necesidad entre varios escolares de su pueblo y la está cubriendo “para suplir las carencias de la Administración”. Dos profesores jubilados, en la órbita de la agrupación socialista de Pontedeume, han vuelto esporádicamente a las aulas por vocación y sin retribución.
Tres tardes por semana dan clases particulares a una docena de alumnos de Primaria y de la ESO cuyas familias no podían costearles una pasantía. Comenzaron a finales del 2014 y en pocos días pasaron de cuatro a 13 chavales a los que enseñan en una sala de la agrupación socialista local, en la plaza del Ayuntamiento, que han despejado de siglas para que sea una habitación para el aprendizaje, libre de doctrina política.
Detrás de esta idea de clases particulares sin coste están Maricarmen Ojea y Manuel Carpente. Fueron maestros durante décadas en dos colegios públicos de la comarca, en Andrade (Pontedeume) y Ferrol. Ya retirados de la docencia, les quemaba la idea de no poder invertir su experiencia en apoyar a estudiantes con necesidades educativas adicionales, hijos de familias que no podían costearles un profesor de apoyo al margen del horario lectivo. Entre los colegios de Canido y A Laxe, en Valón (Ferrol), medio centenar de niños se han quedado este 2015 sin clases de refuerzo, según las Anpa.
Carpente y Ojea han dividido a sus alumnos en dos grupos por cursos y edades: uno hasta 5º de Primaria y otro para la ESO. “Esto es un pueblo y aquí nos conocemos todos y sabemos la situación de muchas familias”, explica Bernardo Fernández Piñeiro, portavoz del PSOE local. “No es una cuestión política”, insiste, “lo deseable es que fuera la Administración, pero, en vista de que está ausente, estos profesores afiliados lo plantearon y al momento, dijimos que sí porque los niños demandaban ese refuerzo extra”.
Empezaron hace mes y medio con cuatro alumnos y ya pasan de una docena. “Siempre son hijos de familias que no están en situación de pagar una academia”, subraya Fernández. Los escolares acuden tres veces por semana para clases de una hora o más. La agrupación socialista corre con los gastos del material y otros tres profesionales (una psicóloga, una pedagoga y otro maestro) ya se han ofrecido para colaborar.
“Ya nos derivaron a una niña desde Asuntos Sociales y otras veces son los profesores los que nos comentan que hay alumnos a los que les vendría muy bien un refuerzo que sus padres no les pueden pagar y que el colegio no les puede ofrecer porque le falta personal”, termina Fernández. Considera que, aparcando las siglas, es una “fórmula útil” de aprovechar sus recursos políticos para garantizar el derecho de los escolares a aprender.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.