Cierra el parque de bomberos de Vila-rodona al quedarse sin camión
Dimiten 26 jefes de bomberos voluntarios por el descontento con Interior
El parque de bomberos de Vila-rodona ha echado el cierre. No es que este pequeño pueblo del Alt Camp vaya corto de personal para atender las guardias. La base cuenta con 22 voluntarios adscritos, sino que la razón cabe buscarla en las dificultades de movilidad para reaccionar ante las emergencias. “Un parque de bomberos sin camión no tiene ningún sentido”, denuncia Jordi Martí, jefe de parque.
Desde que el pasado 28 de diciembre dos bomberos que regresaban de Nulles de acompañar al paje de los Reyes Magos tuvieron un accidente y volcaron con el camión de agua sobre la comarcal TP-2031, el parque está paralizado. Los desperfectos derivados del percance hacen necesario un intenso tratamiento de chapa y pintura —“arreglar un camión de bomberos no es lo mismo que arreglar un turismo”, alega el Departamento de Interior— y a Vila-rodona no ha llegado ningún vehículo de repuesto. “Pensamos que va para largo”, lamenta Jordi Martí y, así las cosas, los bomberos han optado por cerrar la base. “Tener abierto es engañar al ciudadano, hacerle creer que vamos a prestar un servicio que no podemos dar”.
Interior manifiesta que Vila-rodona cuenta también con un vehículo ligero para asistir incidencias, pero el jefe de parque lo rechaza: “Para auxiliar a nuestros compañeros accidentados tuvimos que ir en nuestros coches particulares porque el todoterreno estaba sin batería”. “La flota automovilística está anticuada”, añade.
Cerrar el parque supone dejar sin capacidad de reacción inmediata una zona con dos fábricas de pirotecnia y una industria papelera. La cobertura depende ahora de los bomberos de Valls y El Vendrell.
El suceso de Vila-rodona ha catalizado el descontento entre los bomberos voluntarios. Las peticiones para que los más de 2.300 que operan en Cataluña se beneficien de una mutua sanitaria ha provocado desencuentros con Interior y el accidente de Vila-rodona —en el que los dos ocupantes del camión sufrieron contusiones— ha provocado una dimisión en cadena de 26 responsables de parque de la región de Tarragona —todos excepto el de Sant Jaume dels Domenys—. Otros 36 jefes y subjefes de la región de Lleida oficializarán su renuncia esta semana.
El presidente de la Asociación de Bomberos de Cataluña asegura que “sin un responsable al mando, la capacidad operativa de los parques queda muy comprometida”. Ramon Parés, director general de Prevención de la Generalitat, admite que el descontento de los bomberos viene “por la falta de cobertura social, sanitaria y jurídica”, pero sostiene que “querer el mismo trato que los bomberos funcionarios plantea un problema de legalidad”.
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