La Junta ya no fabrica aviones
La incorporación del Gobierno central en Alestis fuerza la salida del Ejecutivo andaluz de los mandos de la compañía aeronáutica tras seis años
Durante los últimos meses altos cargos de la Junta habían ido repartiendo un mensaje: “El Gobierno andaluz no está para fabricar aviones”. Pero lo cierto es que durante casi seis años lo ha hecho. Su participación en la empresa aeronáutica Alestis, convertida en proveedor de máximo nivel, siempre fue considerada provisional pero fundamental para que la compañía pudiera nacer en 2009. Ahora se ha certificado su salida del consejo de administración, condición marcada en las negociaciones para que la mayoría de acciones pasaran a Airbus y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Gobierno central. La Junta deja de fabricar aviones pero, al menos, se asegura de dejar la compañía con un plan que garantiza su viabilidad y una cartera de pedidos de más de 2.000 millones.
Alestis era, en realidad, un sueño común. El de andaluces y vascos para desarrollar una empresa aeronáutica potente. Se intentó con socios catalanes, aunque esa operación con FICOSA se frustró. Para que naciera la compañía se unieron el grupo vasco Alcor, Caixabank, Unicaja, el Banco Europeo de Finanzas y Airbus. El proyecto se puso en marcha con muchos pedidos, como piezas de los principales aviones comerciales de Airbus y para algunas aeronaves militares. Pero no tardó en dar problemas. Las relaciones entre los vascos y el gigante aeronáutico siempre fueron tensas. Airbus cerró grifos de créditos, presionó por los plazos y Alestis llegó a tener que aprobar un ERE al poco de empezar a funcionar.
La compañía consolidaba su cartera de pedidos con fábricas en Sevilla y Cádiz pero en las mesas de los despachos crecían las desavenencias. Tras atravesar un plan de viabilidad, Airbus terminó asumiendo que debía ganar protagonismo en la compañía. Airbus se hizo en 2014 con las acciones del grupo Alcor y asumió el 58,49% del accionariado. Aunque esta decisión conllevaba acuerdos gubernamentales que terminaron por resolverse con la salida de la Junta que entonces tenía un 21% de las acciones.
El pacto de socios se firmó en 2013 pero no ha sido hasta ahora cuando se ha podido certificar. En ese pacto el Gobierno autonómico asumió dos compromisos principales. El primero era que su Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía, SOPREA, enmarcada en la agencia Idea, debía poner a la venta sus acciones. Tardó más de lo esperado por el retraso en las autorizaciones europeas. El segundo era conceder un préstamo, que ha sido de tres millones en una operación a 20 años.
Tras la salida de SOPREA y la entrada de la SEPI el accionario se ha quedado así: Airbus Operations (60%), SEPI (24%), Unicaja Banco (12%), Alteria Corporación Unicaja (1,85%) y Airbus Defense and Space (1,27%). La Junta deja de fabricar aviones pero mantiene vinculación con la empresa. La agencia Idea seguirá asesorando y fomentando el desarrollo de la investigación y de la compañía con programas de ayuda que la SEPI valora en 13,7 millones, aunque ese dinero no está cerrado en el acuerdo. La empresa se garantiza su viabilidad y, sobre todo, se difuminan los nubarrones sobre 1.600 trabajadores a los que se les asegura un puesto de trabajo durante varios años más.
“Estamos más tranquilos. Creo que la entrada de la SEPI nos va a traer más seguridad aunque hay que agradecerle a la Junta todo el trabajo que ha hecho”, señala Pedro Lloret, presidente del comité por CC OO. “Tenemos carga de trabajo asegurada y un futuro prometedor en nuestras plantas de Sevilla y Cádiz”, defiende el sindicalista. Ese futuro prometedor pasa por los contratos ya cerrados, en su mayoría con Airbus como el A-350, el A-380, el A-340 y el A-320. También ha hecho algún encargo para Airbus Military, como el CN 295, Boeing o Embraer. Son, al menos, 10 años más de empleo por el volumen de contratos.
La Junta también está satisfecha de su salida, al menos públicamente, aunque esta decisión haya llegado a pocas semanas de las elecciones y el PP pueda vender ahora que es el Gobierno central de Mariano Rajoy el que ha salvado la empresa. “Hemos demostrado que estuvimos con Alestis al principio y que cuando ha llegado el final también hemos estado con esa aportación económica de tres millones”, dice el delegado de Economía en Cádiz, José Manuel Miranda.
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