Dos pasajeros recuperan 2.600 euros que habían olvidado en el bus

El despiste pudo costarles caro. Manuel Terrent bajó del autobús número 64 de la EMT de Valencia e hizo un transbordo a otra línea. Con las prisas olvidó en el bus un pequeño macuto con su cartera, tres libretas de banco y el dinero para devolver la pedrea del pasado sorteo de la lotería del Niño de la Falla Peu de la Creu de Valencia, que resultó agraciada; unos 600 euros en total.

No se dio cuenta de su pérdida hasta unas horas después y no recordaba dónde podía haberlo perdido. Recorrió los sitios por los que había pasado y acabó, por si las moscas, en la Oficina de Atención del Cliente de la EMT y, ¡sorpresa! allí estaban sus pertenencias, con dinero incluido. “Es extraordinario”, dijo. Volvió después con bombones para todos, también para el conductor, David Castillo, que devolvió su macuto. El chófer cuenta cómo fue: “Encontré el bolsito semiabierto y vio que había billetes enrollados. Lo entregué enseguida al registro de San Isidro”, contó.

Ese mismo día por la tarde otra pasajera, esta vez de la línea 1 de la EMT, cargaba con su mochila de piel en cuyo interior estaba su cartera y documentos personales y 2.000 euros en efectivo, un dinero con el que tenía previsto pagar la mudanza de su casa y otras gestiones. Se dio cuenta el fiasco precisamente cuando fue a pagar a la compañía de transportes. Llamó a la misma oficina que Manuel pero nadie le supo decir y, nerviosa, colgó sin dejar un número de teléfono de contacto o sus datos. Otro conductor de la EMT entregó un tiempo después el bolso con el dinero a la compañía y la factura de la empresa de mudanzas; y ahí es donde empezó el periplo. No sabían cómo avisar a la propietaria de que habían recuperado su dinero. Localizaron su teléfono fijo gracias a tenía un bonobús registrado con este dato. Llamaron compulsivamente pero nadie contestó en las siguientes doce horas. Al final dieron con ella a través de la empresa de mudanzas, a la que contaron el caso. La localizaron gracias a que la compañía tenía el móvil de la pasajera. La mujer recuperó todas sus pertenencias y agradeció la diligencia de la compañía.

Los olvidos de objetos, valiosos o no, en los autobuses de la EMT son habituales. En los 25 años de servicio, la Oficina de Atención al Cliente ha recuperado más de 200.000 objetos perdidos. Se han encontrado documentación, cartas, dinero, exámenes de alumnos, bolsas de playa, bocadillos, bufandas, guantes o paraguas. Sin duda el caso más curioso de todos fue, según la EMT, el olvido de un niño de cinco años. Una familia, con cuatro hijos, llegaba tarde a las tutorías de sus hijos y no se dieron cuenta de que uno de ellos no había descendido del bus. Lo recuperaron después de un buen susto de la mano de un inspector de la compañía.