IU establece en Andalucía un cortafuegos ante la crisis de Madrid

¿La pelea cainita en la federación madrileña puede alcanzar a Izquierda Unida de Andalucía? Los dirigentes andaluces creen que no, pero sí temen que en un momento de tanta convulsión en el electorado la contaminación les alcance cuando afrontan las elecciones autonómicas del 22 de marzo.

El portazo de Tania Sánchez, ganadora en las primarias a la Comunidad de Madrid, a la dirección regional de IU es para el coordinador y candidato de IU a la presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Maíllo, “una equivocación”, porque “IU no es un proyecto de nadie, sino de 30.000 militantes que trabajan en la calle y a favor de la mayoría social”, dijo este jueves. Pero tras la crítica, Maíllo quiere blindar a la federación andaluza de que ocurra algo similar, una huida de sus filas, en plena vorágine electoral para coincidir con otras organizaciones.

Este riesgo solo puede venir, o al menos así se analiza en estos momentos, del lado de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), una organización que siempre ha condicionado a IU. Desde la llegada de Antonio Maíllo a la coordinación regional, esta dependencia orgánica ha ido a menos hasta quedar en casi nada. Una prueba será la elección de Maíllo, la próxima semana, como candidato por la provincia de Sevilla, un puesto que la CUT, que apenas representa un 11% de la militancia de IU de Andalucía, reclama para sí y que no prosperará.

Los dirigentes andaluces harán gala de unidad en torno a Antonio Maíllo

La CUT celebrará el día 12 una reunión en la que abordará sus candidaturas municipales y frente a dirigentes que, como Diego Cañamero, han decidido abandonar IU y apostar por Podemos, hay otros que defienden permanecer en la federación de izquierdas. Entre ellos, el secretario de Política Institucional y exdiputado, Álvaro García Mancheño. Este entiende que la decisión de su organización de “congelar” su participación en los órganos de dirección de IU ha quedado superada por la ruptura del pacto de coalición y la convocatoria electoral. “Ya se ha descongelado”, dice.

Maíllo pretende crear un “cortafuegos” frente a la descomposición de IU en la Comunidad de Madrid, una situación que produce “pavor” en Andalucía, aseguran fuentes de la federación de izquierdas. Para evitar fugas, la dirección andaluza hará gala de cohesión interna y de unidad. Y defenderá la gestión de sus altos cargos en la Junta de Andalucía en los dos años y ocho meses que han gobernado en coalición con los socialistas. “IU es un espacio real de convergencia desde programas de izquierda frente a la ambigüedad ideológica”, dijo el candidato en un acto en Algeciras. Con la expresión “ambigüedad ideológica” alude sin citarlos a los dirigentes de Podemos de Andalucía. La manifestación prevista para el 28 de febrero, Día de Andalucía, se considera una prueba de demostración de esta fortaleza interna y de diferenciación respecto a la situación de Madrid, que consideran “catastrófica”.

Pero además de la llamada a la unidad, la dirección andaluza quiere preservar en lo que pueda al que será su candidato en las elecciones generales y diputado por Málaga, Alberto Garzón. “Hay que protegerlo, sacarlo de Madrid”, aseguran las fuentes consultadas, que critican a la dirección federal de Cayo Lara por su parálisis e inacción ante la crisis madrileña.

Garzón es uno de los dirigentes más convencidos de la necesidad de confluir con Podemos, con cuyos dirigentes, entre ellos Pablo Iglesias, ha trabajado de manera estrecha y con los que mantiene una relación de amistad y cercanía. Desde IU niegan que tras este intento de anclar a Garzón en Andalucía se esconda el temor a que el diputado pueda acelerar la confluencia con Podemos antes de las elecciones.