“Podemos existe porque la izquierda dejó de funcionar como tal”

Gonzalo Pino (Tetuán, Marruecos, 1954), histórico líder de UGT en la factoría de Ford en Almussafes, es el nuevo secretario general del sindicato en la Comunidad Valenciana. Su antecesor, Conrado Hernández, dejó el cargo a mitad de mandato después de que la mayor parte de las federaciones le retirasen la confianza. Pino tiene el encargo de recomponer una organización castigadísima por la crisis: UGT-PV tenía una plantilla de 380 trabajadores y hoy quedan 84. La dirección del sindicato se renovará en el congreso previsto para 2016, al que Pino afirma que se presentará como candidato si tiene el respaldo de sus compañeros.

Pregunta. ¿En qué situación está UGT-PV?

Respuesta. En la misma situación que cualquier institución en este país. Creo que en la historia moderna no se recuerda una crisis como la que estamos sufriendo. Tenemos problemas debido a los impagos de convenios por parte de la Administración, que nos ha ido llevando a una situación de endeudamiento.

P. ¿Dependían demasiado de los acuerdos con la Generalitat?

R. El sindicato debe aprender de la crisis para que en el futuro no nos vuelvan a sorprender poniéndonos en una situación de mucha dificultad. La organización debe ocuparse de lo suyo, que son los trabajadores y la negociación colectiva. Tenemos que intentar que nuestros recursos vengan de la afiliación, y no estar a la espera de que la Administración cumpla los acuerdos. Pero eso no significa que vayamos a renunciar a ellos.

P. ¿La crisis de UGT no proviene también de la caída de la afiliación?

R. Ha habido una bajada muy importante de tejido industrial que nos ha hecho perder afiliación. No es que se haya ido por otras vías. Seguimos teniendo una afiliación de alrededor de 100.000 personas.

P. Comisiones Obreras admite que ha perdido 40.000 afiliados con la crisis. ¿Cuántos ha perdido UGT?

R. Creo que estamos en una situación muy similar. No sé si 40.000, pero pongamos entre 25.000 y 30.000.

P. ¿Con qué recursos cuenta ahora el sindicato?

R. Hace ocho años, en la época de bonanza, los recursos que provenían de la Administración por convenios rondaban los 20 millones de euros. Con la crisis se han reducido hasta llegar a 1,5 millones en 2014. Ello explica en pocas palabras lo que ha ocurrido. Teníamos una estructura que se ha visto muy afectada. La hemos reducido para adecuarla a la realidad de los ingresos, también tocados por la caída de afiliación. Y seguiremos adecuándola para que en los próximos años no tengamos que sufrir más sobresaltos.

P. ¿Tienen que reducir aún más la organización?

R. Teníamos unas 380 personas y ahora estamos en 84. Esa es la estructura que consideramos mínima para atender toda la demanda de servicios de los trabajadores. Técnicos, economistas y un departamento jurídico valorado como uno de los mejores de nuestro país, con unos 40 profesionales de los que no podemos prescindir.

P. ¿Cómo observa el escenario tras las elecciones que anuncian las encuestas?

R. Lo veo muy complejo. Ha aparecido un nuevo fenómeno, Podemos, como consecuencia de la crisis pero también de que la izquierda dejó de funcionar como tal izquierda. Muchos trabajadores han pensado en estos años que la izquierda y la derecha decían lo mismo. Y Podemos no es más que lo que decía la izquierda hace 20 años. Creo que los trabajadores y trabajadoras no debemos guiarnos solamente por la ilusión, sino ser más pragmáticos. Yo me identifico con la izquierda, y por eso no me puedo identificar con un partido que no se define en ningún ámbito. Hasta las elecciones europeas parecía que después de 20 años en la Generalitat iba a haber un cambio. Ahora, conformar un Gobierno con la atomización del voto de la izquierda es complejo, pero creo que al final el sentido común va a primar.

P. ¿Qué balance hace del periodo de gobiernos populares en la Generalitat?

R. El PP ha llevado a esta comunidad a las antípodas del Estado del Bienestar. Ha hecho una política de mucha vistosidad y una política dirigida a su clase, que es la minoría. Ha enriquecido a los suyos. Ha privatizado la sanidad. La educación está en las cotas más bajas de resultados. Y ha protagonizado numerosos casos de corrupción, que no solamente se producen en la derecha.

P. ¿Qué sintió al descubrir que el histórico líder minero ugetista José Ángel Fernández Villa tenía presuntamente 1,4 millones en Suiza?

"Creo que es necesaria una patronal autonómica. Un interlocutor que facilite el contacto"

R. Siento lo que cualquier trabajador de este país, no hace falta que esté en el sindicato. Vergüenza. Un líder sindical no puede caer en una situación de ese tipo. Sientes que se ha cometido una traición, sobre todo a aquellos que lo apoyaron y respaldaron durante muchos años. La decisión que se tomó en su momento de expulsarlo por la vía rápida fue la mejor que se pudo hacer. Cualquier situación que se parezca en algo a lo que ha ocurrido en ese caso debe ser tratada con el mismo rigor. Debe ser expulsado de la organización. Esto no es una organización de vividores. Es una organización de trabajadores, de obreros trabajadores, y una herramienta fundamental para pelear contra las injusticias que hay en nuestro país.

P. ¿Cree que debe haber una patronal de la Comunidad Valenciana? Se ha planteado una vuelta al esquema provincial.

R. Yo creo que es necesaria una patronal autonómica. Un interlocutor que facilite el contacto. Volver hacia atrás creo que no beneficia a nadie. Otra cosa es que los empresarios no han hecho el mismo esfuerzo que hemos hecho los trabajadores. Nuestro esfuerzo ha tenido que ver con la pérdida de Estado de Bienestar, salarios y empleos. Es cierto que han desaparecido empresas, permo muchos entienden estas como un coto privado. Y para salir de la crisis hay que cambiar lasrelaciones laborales, de modo que los sindicatos gestionemos aquello que negociamos. Como en otros países, donde los sindicatos participan en lo que se decide en la empresa.

P. ¿Cómo ve la situación de Ford?

R. Creo que en los 15 o 20 próximos años no va a haber grandes elementos de incertidumbre en Ford. Es un sector donde cada cierto tiempo se produce una subida o una bajada. Pero la situación de la planta, con todos los productos de alta serie de la compañía, con una plantilla que va aumentando, da una garantía tremenda. Cada día se instalan más proveedores. Y si hablamos de 9.000 trabajadores en la fábrica, que seguramente el año que viene llegarán a los 10.000, en empleos indirectos estamos en 35.000. Hoy hay una acción sindical fuerte, y creo que en la votación del 17 de febrero mejoraremos los resultados con un equipo y un secretario general, el compañero Carlos Faubel, que sabe perfectamente lo que tiene que hacer.

P. ¿Aspirará a la secretaría general el año que viene?

R. Tengo un compromiso, con la comisión ejecutiva, de dejar la organización en las mejores condiciones para acometer el futuro. Estamos en un debate sobre la estructura que permita dar mejor servicio a los trabajadores y tener ahorros mayores. Ir hacia una fusión de federaciones, que pueden ser tres como máximo, los que dará una consistencia mucho mayor a la organización. Ese trabajo es suficiente para el tiempo que tenemos. Eso no quita que sigo teniendo ilusión y estaré a lo que diga la organización y con la ilusión de continuar si así lo deciden los compañeros.