Botella encarece un 27% el abono básico para deportes
El Ayuntamiento elimina el pago anual de 331 euros por la tarjeta de uso libre e impone un coste mensual de 35 euros
El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella (Partido Popular), ha eliminado el abono anual para hacer uso libre de los centros deportivos municipales, que introdujo en 2006 (siendo alcalde Alberto Ruiz-Gallardón) a instancias de Izquierda Unida.
Esa tarjeta daba acceso libre a las salas de musculación, piscinas y a otras actividades por 331 euros (precio de adultos en 2014).
No ha desaparecido, pero ahora se paga de forma mensual. Su coste (para adultos) es 35 euros al mes, lo que suma 420 euros a lo largo de un año. Este abono —el más económico que ofrece el Ayuntamiento— se encarece así un 27%, pese a que el gobierno municipal presume de haber congelado el precio de las instalaciones deportivas en 2015. Antes de su eliminación, hacían uso de la tarjeta anual alrededor de 7.560 usuarios, según el Ayuntamiento.
El abono libre permite usar las salas de musculación, piscinas, pistas de atletismo y patinaje, y canchas de tenis y pádel (sólo de lunes a viernes y hasta las tres de la tarde), y asistir además a una clase dirigida a la semana.
IU: “Al PP solo le interesa la postal”
“La idea de abono anual de deporte era buena, no porque la propusiera Izquierda Unida sino porque beneficiaba a los usuarios más fieles y fomentaba un uso más frecuente”, afirma el portavoz de IU, Ángel Pérez.
“Ahora el equipo de gobierno lo suprime para dejar patente que su verdadera política hacia el deporte popular es decir de cara al exterior que lo apoya mientras lo perjudica por un puñado de euros”, añade Pérez.
“Habrá que preguntarse qué efectos económicos tendrá este tarifazo y si la cuantía de lo recaudado compensa las quejas y el perjuicio que se le hace al practicante de deporte de los distritos y barrios”.
“Mientras, no se escatima dinero para torneos deportivos de élite, que es lo que le importa a este gobierno: la postal y el titular”.
En 2014, costaba 331 euros al año para adultos, 265 euros para jóvenes de 15 a 20 años, 199 euros para niños hasta 14 años y 99 euros para mayores de 65 años.
En su modalidad actual, con pago mensual, suma a lo largo de todo un año 420 euros para adultos, 336 euros para jóvenes, 252 euros para niños y 126 euros para mayores de 65 años. El encarecimiento es en todos los casos del 27% respecto a la cuota anual.
El Ayuntamiento defiende que el pago mensual puede “resultar atractivo desde un punto de vista económico” para los ciudadanos que “no hagan un uso intensivo” del abono “a lo largo de todo el año”, o para aquellas personas a las que “suponga un esfuerzo económico importante” realizar “un solo desembolso”. No explica sin embargo por qué, en vez de permitir ambas modalidades, ha optado por eliminar el pago anual, notablemente más barato.
Fuentes municipales indican que en 2014 “se había detectado una importante disminución del número de titulares del abono anual”, que cifran en un 17% resopecto al año anterior. Dichas fuentes atribuyen esa caída a la “actual coyuntura económica”, pese a que 2014 fue el sexto o séptimo año de la crisis. Evitan mencionar además el notable encarecimiento del abono de uso libre desde su creación. Fue anunciado para 2007 con un precio de 250 euros para los adultos; se rebajaba así a la mitad el uso de las instalaciones municipales. Desde entonces, pese a la crisis, el abono anual se ha encarecido un 32% (el doble del alza de precios registrada por el Instituto Nacional de Estadística en ese periodo).
Otro motivo aducido por el Ayuntamiento es que “la gran mayoría de los titulares del abono anual hacían uso del mismo durante 10 meses como máximo”.
Según la información de accesos registrados de la que dispone el Ayuntamiento, en 2014 un 80% de los titulares lo usaron un máximo de 10 meses, y un 86%.
Eso sí, los usuarios eran constantes: acudían a las instalaciones entre tres y cuatro días a la semana. A partir de ese último dato, el Ayuntamiento deduce además que el abono mensual es más barato (dos euros al día) que el pago por día (cinco euros).
Madrid disponía en 2013, cuando el Ayuntamiento presentó su plan de deporte popular hasta el año 2020, de 69 polideportivos (13 de ellos, gestionados por empresas privadas pero con precios públicos), 96 instalaciones básicas de acceso controlado y otras 394 de acceso libre. Entre otros servicios, contaba con 47 piscinas climatizadas, 22 piscinas descubiertas, 103 campos de fútbol de césped artificial, etcétera.
Los madrileños hacen aproximadamente 29 millones de usos al año de estos servicios (de media, tres por persona). El pasado otoño se inauguró el polideportivo de Vallehermoso, el más nuevo, también de gestión privada.
De los 69 polideportivos que había en 2013 en la capital, casi una cuarta parte de ellos databan del franquismo, algunos de fechas tan remotas como 1944. El Ayuntamiento reconoce además que su distribución es muy desigual: mientras los distritos de Barajas, Hortaleza o Moncloa-Aravaca superan las tres instalaciones deportivas por cada 10.000 habitantes, en Tetuán y Centro no llegan a una.
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