El arte islámico se despliega desde Madrid

A la artista franco argelina Zoulikha Bouabdellah la inspiración para una de sus obras más representativas le llegó cuando vio cómo un avión militar de Gadafi era derribado por un caza francés. Con una serie de Mirage (las aeronaves del ejército galo) forjadas en hierro y unidas por las alas, compuso coloridos rosetones. La guerra civil libia coincidió con la Primavera Árabe.

Aquella obra, denominada Mirage y que tuvo fuerte resonancia internacional, se expuso por primera vez en una pequeña galería de Madrid que justo acababa de abrir sus puertas.

“No cabe duda de que fue un momento perfecto para empezar un proyecto así”, afirma sin dudar su fundadora, Sabrina Amrani. La galería, que lleva su nombre, es la única de España especializada en arte contemporáneo de Oriente Medio, norte de África y sur de Asia. Cuando la abrieron, hace poco más de tres años, en un local de dos plantas en la calle de la Madera, la Primavera Árabe se encontraba en plena ebullición. Sus artistas no pertenecen necesariamente al mundo islámico, pero la mayoría de sus países de procedencia sí se integran en esa denominación.

“Evidentemente, los movimientos en el norte de África y Oriente Medio ayudaron a posicionar esa región con reivindicaciones similares a las que podíamos tener aquí. Eso la acercó de alguna manera al mundo occidental, y nosotros abrimos la galería justo con una exposición que hablaba de esos movimientos”, dice Amrani.

Nacida en Francia y de padres argelinos, se siente arraigada en la cultura árabe y europea a partes iguales, lo que se refleja inevitablemente en las colecciones que representa. La repercusión de su galería ha sido mucho mayor de la planeada y en solo tres años de existencia. ARCO, la feria internacional de arte contemporáneo más importante de España, les ha abierto sus puertas para su edición de este año.

“El criterio principal a la hora de elegir a los artistas que representamos es que sus obras sean contemporáneas y conceptuales, y que en muchos casos transmitan inquietudes sociales, que hablen de una identidad”, dice Amrani.

Así, la mencionada Zoulikha Bouabdellah expuso también en la galería una obra en la que, retorciendo la caligrafía árabe, escribía la palabra amor y recreaba al mismo tiempo diferentes posturas sexuales del Kamasutra. Saeed Khalifa, de Emiratos Árabes, presentó una colección a base de fotografías que mostraban hombres semidesnudos y mujeres en escenas impactantes —por ejemplo, tapadas con una máscara de gas— poco aceptadas en la cultura de su país.