Bildu y la oposición polemizan por la ubicación de la ‘Paloma de la Paz’
Izagirre decide reubicar la escultura de Néstor Basterretxea en Sagüés contra lo aprobado por el Pleno
La ubicación de la Paloma de la Paz de Néstor Basterretxea ha provocado la última polémica entre el equipo de Gobierno de San Sebastián, en manos de Bildu, y la oposición, PSE, PP y PNV. La iniciativa del alcalde, Juan Karlos Izagirre, de trasladar la obra, hasta noviembre del año pasado situada junto al estadio de Anoeta, a una zona próxima a la Zurriola, en concreto a Sagüés, según ha anunciado esta mañana el emplazamiento definitivo, ha levanto las críticas de la oposición, entre otras cosas, por considerar el gesto un acto "electoralista" y "unilateral".
Izagirre ha vuelto a destacar esta mañana que Basterretxea ideó la escultura para que se situara junto al mar, de hecho, su emplazamiento original se situaba en la zona del Kursaal, pero las obras de construcción del auditorio obligaron al traslado de la pieza al barrio de Amara donde ha permanecido desde los años 90. El alcalde ha señalado que con el cambio de ubicación se cumple con la voluntad del escultor, además de contar con el beneplácito de la familia del artista.
Izagirre además ha defendido que la ubicación definitiva en el extremo oriental de la playa de la Zurriola responde a las conclusiones de un informe encargado al estudio Isuuru que ha analizado cinco ubicaciones a lo largo del paseo que bordea la Zurriola, y que la de Sagüés es "la mejor tanto técnicamente, como urbanísticamente y artísticamente".
Sin embargo, ni PSE, ni PP, ni PNV, coinciden en tal aspecto. Socialistas y nacionalistas no han dudado en tildar la decisión de Izagirre de "electoralista". Las dos formaciones aprobaron en Pleno que la escultura volviera a la zona más próxima a su ubicación original, es decir, a las inmediaciones del Kursaal, y no al extremo opuesto de la playa de la Zurriola, la zona de Sagüés que es donde finalmente se levantará.
"Nos parece incomprensible esta forma de actuar, elaborando un proyecto que es mucho más que el traslado de una escultura como es la Paloma de Paz y se quiera vender, casi, casi, como elemento de campaña electoral", ha denunciado el portavoz del PNV, Eneko Goia. En la misma línea, el portavoz socialista, Ernesto Gasco, ha apuntado: "Izagirre comete un gravísimo error convirtiendo así la Paloma de la Paz en una escultura de división y confrontación".
Mucho más duro ha sido el PP que ha denunciado que la decisión de Izagirre supone desvirtuar el simbolismo de la escultura, una pieza que durante años vio como los donostiarras se concentraban junto a ella para denunciar el terrorismo. El portavoz popular, Ramón Gómez Ugalde, ha señalado que, tal y como había defendido el equipo de Gobierno municipal, la familia no fue quien se puso en contacto con el Ayuntamiento para proponer un cambio de ubicación, sino que la idea partió de Bildu.
La ubicación de la escultura en Sagüés supondrá además, según ha anunciado Izagirre, la reurbanización del entorno donde se levantará. Un proyecto que comenzará a ejecutarse, con un presupuesto de alrededor de 800.000 euros, tras el verano, y que se supone debe estar listo en 2016, cuando San Sebastián ostente el título de Capital Europea de la Cultura.
Los encargados del estudio que ha concluido la ubicación definitiva han detallado que el resto de posibles emplazamientos no cumplían o bien con la Ley de Costas, o eran técnicamente imposibles, o no eran los idóneos para la contemplación de la escultura.
La familia de Basterretxea, por su parte, en una carta remitida al Ayuntamiento, ha ensalzado el lugar elegido, ya que "coloca a la escultura en el eje central de una zona de esparcimiento de gran belleza, mirando al mar y donde se integra perfectamente con el paisaje circundante, de esta manera queda potenciada al máximo e invita y reclama la presencia de los paseantes".
La Paloma, según han explicado los encargados del estudio, se situará sobre unas gradas, frente al mar, completando un recorrido artístico a través de la costa de San Sebastián, que empieza en el extremo occidental de la playa de Ondarreta con El Peine del Viento, de Eduardo Chillida, continua con Construcción Vacía, de Jorge Oteiza, en el extremo opuesto de la bahía de La Concha, a los pies del monte Urgull, y concluirá en el extremo oriental de la última playa de San Sebastián, con la obra de Basterretxea.
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