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El Ayuntamiento pide 21 años de cárcel para el exconcejal López Viejo

Concertó un contrato de limpieza junto a Rafael Correa a cambio de 700.000 euros

Alberto López Viejo, a su llegada a los juzgados el pasado mes de abril.
Alberto López Viejo, a su llegada a los juzgados el pasado mes de abril. CARLOS ROSILLO

El Ayuntamiento de Madrid, que dirige Ana Botella (Partido Popular), ha solicitado 21 años de prisión para el exconcejal Alberto López Viejo por los presuntos delitos de prevaricación, fraude, cohecho, malversación, tráfico de influencias y falsedad documental, además de una multa de 4,2 millones de euros. Otros 18 años de prisión y multa de 3,8 millones de euros para Francisco Correa, supuesto cabecilla de la trama Gürtel, por los presuntos delitos de prevaricación, fraude, cohecho, malversación y falsedad documental. Y 15 años de prisión y multa de 8,3 millones para el empresario Rafael Naranjo Anegón por los mismos delitos que Correa.

En su escrito, remitido a la Audiencia Nacional el pasado lunes, el letrado del Ayuntamiento concluye que Correa “creó y dirigió un entramado societario con la finalidad de enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos”. Para ello, se aseguraba “la obtención ilegal de contratos públicos tanto para sus empresas como para las empresas de terceros, en estos casos a cambio de la correspondiente comisión”, además de apoderarse de forma “directa” de fondos públicos.

Lo conseguía “sin levantar sospechas de la infracción de normas” —como la falta de concurrencia de otras ofertas— y con el “concierto que mantenía con los responsables de las licitaciones”.

El letrado municipal asegura que el resto de ediles y el alcalde ignoraban el delito

“El elemento indispensable de la trama era la red de contactos que tenía entre las autoridades y el personal de las distintas Administraciones con las que contrataba”, sobornando a los funcionarios y pagando comisiones a las autoridades, según el letrado.

En 2002, cuando José María Álvarez del Manzano (PP) gobernaba el Ayuntamiento de Madrid, Correa aprovechó “la relación que mantenía” con López Viejo, entonces concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental, y con Naranjo Anegón, entonces presidente de la empresa Sufi. López Viejo dejó el Ayuntamiento en 2003 para ser diputado regional a las órdenes de Esperanza Aguirre (PP), que le nombró viceconsejero de Presidencia en 2004 y consejero de Deportes en 2007. Fue destituido en 2009, tras estallar el caso.

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Según el letrado municipal, Correa convino presuntamente que Sufi se hiciera “al menos” con parte del contrato de limpieza viaria en 10 de los 21 distritos.

A cambio, Naranjo Anegón pagó supuestamente 682.198 euros a López Viejo y 1.232.075 euros a Correa (que ingresó en Suiza). “Los tres acordaron que Anegón recuperara con cargo al Ayuntamiento las comisiones abonadas”, asegura el letrado. Para ello, López Viejo incluyó en el contrato de limpieza viaria unos servicios adicionales (control de calidad y campañas de conciencia ciudadana) que el Ayuntamiento pagó pero que no realizaron.

López Viejo “intervino personalmente” en la elaboración de los pliegos de la licitación. Según el letrado, “sabía que serían aprobados por el pleno al amparo de la confianza que los miembros del Ayuntamiento de su mismo grupo político habían depositado en él”, y a sabiendas de que su “contenido técnico y cualificado facilitaría la inercia propia del trámite”. Es decir, el letrado exime de responsabilidad al resto de ediles y al alcalde (“no consta que conocieran las irregularidades”), y da por hecho que, como una licitación es compleja, nadie suele revisar sus condiciones.

Sea como fuere, “sus expectativas se cumplieron”.

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