Seis reuniones en dos meses

La reunión de este martes fue el sexto encuentro conocido entre Artur Mas y Oriol Junqueras tras la consulta del 9 de noviembre, en lo que ha sido una escenificación sin miramientos de la fría relación que mantienen ambos líderes después de casi dos años de sintonía política y apoyo de los republicanos al Ejecutivo de CiU.

El desencuentro empezó a fraguarse en octubre pasado, cuando el camino que habían recorrido juntos para llegar al 9-N se bifurcó tras la suspensión de la consulta que acordó el Tribunal Constitucional. El líder de Esquerra apostó por la desobediencia civil y por que Mas mantuviera la consulta, pero el presidente catalán optó por un sucedáneo que llamó proceso participativo.

Cuatro días después de la frustrada consulta, el 13 de noviembre, Mas inició con Junqueras una ronda de conversaciones con los dirigentes de los partidos soberanistas. El 10 de diciembre se produjo el segundo encuentro, en el que el líder republicano rechazó el ofrecimiento de Mas de concurrir con una lista única a las elecciones. Nueve días después volvieron a escenificarse las discrepancias y Esquerra le reclamó abiertamente elecciones anticipadas.

El 27 de diciembre, en plena Navidad, se celebró el cuarto encuentro, al que también asistieron la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, y la de Òmnium Cultural, Muriel Casals. La reunión tampoco desencalló la situación.

El discurso de fin de año de Artur Mas distanció aún más las posiciones y fue entonces cuando Esquerra dio un ultimátum de 15 días al presidente de la Generalitat para que convocara elecciones anticipadas.

En el quinto encuentro del 5 de enero se mantuvieron las discrepancias. El de ayer era el último intento de lograr el pacto, y se consiguió, aunque ambos líderes decidieron explicar por separado que lo habían logrado.