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De Lara declara su primer testigo protegido del ‘caso Pokémon’

El trabajador del acuario coruñés denunció acoso en el ámbito del Ayuntamiento y fue detenido por seis policías de Ferrol en octubre, cuando estaba escayolado

La juez Pilar de Lara ha declarado su primer testigo protegido del caso Pokémon. En adelante, los medios de comunicación no podrán tomar y reproducir fotografías o vídeos de un trabajador de la Casa de los Peces de A Coruña que está de baja y sufre una fuerte depresión después del supuesto acoso laboral que padeció por parte de funcionarios y superiores en el Ayuntamiento que gobierna Carlos Negreira. El testigo denunció ante la magistrada presuntas artimañas del grupo Vendex para acaparar una contrata en el acuario, y con su declaración aportó varias claves fundamentales que contribuyeron a destapar la trama Pikachu, la rama coruñesa de la Operación Pokémon. La decisión de la juez de proteger la identidad de este biólogo marino tiene lugar después de que el empleado fuese detenido en octubre, según ella misma define, en "circunstancias no aclaradas" por la Policía Local de Ferrol. El asunto, para determinar si la detención fue legal, está siendo investigado ahora por un juzgado de esta ciudad, y al mismo tiempo De Lara, desde Lugo, indaga si este arresto entraña un delito de obstrucción a la justicia.

En aquel operativo del 30 de octubre intervinieron inicialmente seis agentes, aunque fueron varios más, incluido el jefe de la comisaría, los que tuvieron que pasar a declarar por el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo después de incurrir en numerosas y sucesivas contradicciones y no ser capaces de aclarar por escrito a la juez cómo se produjo el arresto. El trabajador del Aquarium Finisterrae se hallaba en la calle haciendo autoestop, lesionado de una pierna y un brazo, escayolado, cuando fue retenido por los policías locales. Después, lo trasladaron a la comisaría de la policía nacional con lazos de seguridad atenazándole los brazos a la espalda, y esto, supuestamente, le causó un nuevo daño que obligó a los agentes a conducirlo a Urgencias durante el tiempo en que duró la detención. A continuación volvieron con él a comisaría, y sin tomarle declaración siquiera, lo pusieron en libertad. En la sede policial fueron fotografiados varios de los efectos personales con los que, supuestamente por miedo, se mueve la posible víctima de acoso cuando viaja entre su casa de A Coruña y la vivienda familiar de Cedeira: una pistola de fogueo y un cuchillo de pesca submarina. La imagen de las armas, tomada con el móvil de uno de los agentes, apareció casi inmediatamente colgada en la cuenta de Twitter de la Policía Local, acompañada de un texto donde se celebraba el éxito de una detención que finalmente había quedado en nada por falta de motivación.  

La juez protege al técnico del Aquarium porque, según defiende en un auto de 47 páginas al que ha tenido acceso El País, "la sola condición de haber prestado declaración" en el marco de la causa le sitúa en "una insostenible situación de presión tanto en su ámbito laboral como social". En la lucha contra la corrupción, sostiene De Lara, "no basta con proteger", sino que hay que "prevenir". "Y en el terreno de la prevención", sigue, "sería esencial el incentivar y animar a que las personas en contacto con este tipo de actuaciones corruptas, especialmente empleados públicos y empresarios, denuncien y declaren, y lo hagan con total libertad". En el caso de este empleado coruñés, según la magistrada, se aprecia "un peligro serio y real" tanto para su "integridad física como moral". "Tal peligro" se ha materializado ya en varios hechos, dice, porque ha sido "objeto de una voluntad consciente e intencionada de hostigamiento y represalias por parte de sus superiores jerárquicos", que se remontan "a su etapa de jefe de biología en el acuario y al momento en el que empezó a denunciar irregularidades de la empresa Sermasa", del grupo Vendex, y el "inadecuado funcionamiento y gestión" de su centro de trabajo.

Además, el episodio vivido por el testigo el pasado mes de octubre, cuando fue detenido "en circunstancias no aclaradas por varios agentes de la Policía local de Ferrol", fue "aprovechado en días posteriores por un medio de comunicación" para "urdir una campaña de desprestigio hacia su persona".

La protección de este testigo no puede ser completa porque su nombre, su domicilio, el papel que juega en la Pokémon y su puesto como empleado público aparecen desde hace tiempo en un sumario que ya no está bajo secreto para las partes y se encuentra en poder de todos los imputados. Existen, además, numerosas noticias en las que aparece su nombre y su fotografía. No obstante, a partir de ahora, si él y sus abogados no lo autorizan expresamente, no se le podrán tomar imágenes. La juez encomienda a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado la misión de evitar que se retrate al testigo, "debiéndose proceder a retirar el material fotográfico, cinematográfico, videográfico o de cualquier otro tipo a quién contraviniere esta prohibición".

Además, "siempre que sea preciso y se estime necesario y así lo solicite" por medio de su representación procesal, el trabajador de la Casa de los Peces podrá "ser conducido" a las dependencias judiciales, al lugar "donde hubiere de practicarse alguna diligencia o a su domicilio en vehículos oficiales", y durante el tiempo que permanezca en dichas dependencias "se les facilitará un local reservado para su exclusivo uso, convenientemente custodiado".

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