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La fiscalía sospecha que Alaya ha invadido la investigación de otro juez

Anticorrupción pide a la instructora que aclare pesquisas de las empresas de la Junta

Javier Martín-Arroyo
Los fiscales del caso ERE, Manuel Fernández y Juan Enrique Egocheaga, en 2013 en los juzgados.
Los fiscales del caso ERE, Manuel Fernández y Juan Enrique Egocheaga, en 2013 en los juzgados.JULIÁN ROJAS

La Fiscalía Anticorrupción sospecha que la juez Mercedes Alaya ha podido invadir la investigación de otro magistrado a través de sus pesquisas en el caso ERE. Los fiscales de la causa dudan de que Alaya haya colisionado con nueve investigaciones que dirige el titular del Juzgado de Instrucción 16, Juan Gutiérrez, instructor del caso Invercaria. Debido a esta sospecha, los fiscales han pedido a la magistrada que aclare el último paso del caso ERE, un auto por el que investiga a seis empresas públicas de la Junta, entre ellas Canal Sur, Egmasa y Extenda.

“La investigación per se de los ilícitos que pudiesen constituir en relación con cada una de las singulares entidades reseñadas son ya objeto de investigación por el Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla”, alerta el escrito que Anticorrupción ha remitido esta semana a Alaya. Los fiscales subrayan que le piden a la juez una aclaración para “delimitar” el objeto y la finalidad de su resolución del pasado diciembre, por la que solicitaba los programas de control financiero permanente de todas las empresas públicas en los años 2005, 2006 y 2007.

Es decir, Anticorrupción quiere saber si Alaya conoce de antemano que esta documentación de la Intervención General de la Junta incluye indicios penales de los imputados en el caso ERE. Y lo hace porque de no ser así, la petición para investigar esta densa documentación de nueve grandes empresas sin indicios previos que la vinculen al caso ERE, sería irregular ya que la juez habría pedido dicha documentación para ver si encuentra ilegalidades o conductas delictivas, sin tener una base sólida previa de indicios.

La Junta, al recurrir el auto, acusó a Alaya de instruir una “causa general” que analiza toda su acción de gobierno a modo de “investigación prospectiva”, que prohíbe la ley. En dicho escrito, la Junta alertó de que “no existe la conexidad delictiva” que exige la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para así ampliar el caso ERE a las grandes empresas públicas del Gobierno andaluz, además de todas las consejerías que ya investiga Alaya. Además, el Ejecutivo ya alertaba del solapamiento de investigaciones, ya que el juez Juan Gutiérrez instruye nueve piezas sobre estas empresas públicas.

En su escrito, los fiscales destacan que piden a Alaya que concrete la insinuación que establecía sobre un supuesto “paralelismo” entre “lo acontecido en la agencia Idea [pagadora de los ERE] con lo ocurrido en otras empresas públicas”. Anticorrupción, que ha mantenido agrias tensiones con Alaya a lo largo de estos cuatro años de instrucción, basa su petición de aclaración en el artículo 161 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Este precisa que los tribunales podrán “aclarar algún concepto oscuro y rectificar cualquier error material de que adolezcan”.

La fiscalía recuerda a Alaya que ya conoce la remisión por parte de la Intervención General de la Junta al Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla de documentación sobre los “defectos en la contabilización de las transferencias de financiación” que afectan a empresas como Canal Sur y Extenda. La fiscalía llamaba la atención sobre una supuesta elusión de la fiscalización previa que debía ser exigible en estas transferencias de financiación, y que se tradujo en la apertura de las nueve piezas separadas por parte del juez Juan Gutiérrez. Además, Anticorrupción advierte a Alaya de que ya le informó de estas diligencias ajenas a su juzgado en otro escrito de marzo de 2014, por lo que no puede alegar que ignora las pesquisas.

Más documentación

La ampliación de Alaya para investigar a las mayores empresas públicas de la Junta, incluida en el auto del pasado 26 de diciembre, va en línea con su deseo de revisar casi toda la gestión pública del Gobierno andaluz. A la investigación del caso ERE que atañe ya a todas las consejerías y que ha recibido información con más de 200.000 folios, la juez ha sumado ahora el modus operandipor el que la Junta ha financiado a sus principales empresas públicas entre 2005 y 2007 a través de las transferencias de financiación.

En su auto, Alaya incidía en que consideraba “especialmente importante” para la instrucción de la causa “conocer las directrices anuales marcadas por el Consejo de Gobierno para el programa de fiscalización permanente de las empresas de la Junta”. Esto es, la juez ponía el foco sobre si la fiscalización de estas empresas estaba diseñada por la cúpula de la Junta, ya señalada por Alaya en su exposición razonada y que ahora analiza el Tribunal Supremo. El alto tribunal decide este año si los indicios contra los cargos aforados son consistentes y deben acarrear su imputación o carecen de base.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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