Barberá renuncia en la planificación a 4.000 pisos en barrios periféricos
El Consistorio reconsidera la dispersión tras la crisis y el fiasco de Sociópolis
El Gobierno local de Valencia ha corregido a la baja sus previsiones de vivienda nueva en sus barrios más periféricos. La atonía de la construcción —apenas se dan licencias— y el fiasco de proyectos piloto como Sociópolis —un barrio ex novo, alejado del casco urbano y surgido a costa de la huerta— han disuadido al departamento de Urbanismo de planificar nuevos crecimientos a las afueras de la capital en el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valencia, ahora en revisión y en fase de alegaciones.
Urbanismo ha suprimido dos sectores residenciales previstos en 2010 en las pedanías del sur —Castellar-Oliveral y Horno de Alcedo— y reconvertido un tercer sector residencial en terciario en la pedanía de Mahuella, a 25 kilómetros de la capital. Este reajuste, según cálculos de la alcaldesa Rita Barberá, salva de la urbanización 40 hectáreas de huerta protegida y rebaja en 4.000 la previsión de nuevas viviendas en el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Barberá achacó el recorte a los efectos de la crisis y al descenso demográfico en la capital pero lo cierto es que la oposición ya tildó en 2010 —último intento, luego frenado en seco, de revisión—, de “ocurrencia” esta dispersión.
Pero además hay precedentes negativos. La imagen de Sociópolis, un barrio ex novo tras la reclasificación de 35 hectáreas de huerta, donde se proyectaron 3.000 pisos. Una década después el proyecto del arquitecto Vicente Guallart está varado, con solo cuatro torres edificadas y al menos dos renuncias de licencia por parte de promotores inmobiliarios. El fracaso del proyecto enclavado en la pedanía de La Torre, pegado a una vía de circulación rápida como la V-30, ha disuadido a los gestores municipales de los desarrollos en la periferia. Con la digestión inmobiliaria pendiente, los pisos de Sociópolis —muchos de protección pública— no solo están alejados del casco urbano sino que son más caros que otros vacíos en el centro urbano.
Así las cosas, el sector residencial de Castellar Oeste, donde había previsto 84.000 metros de techo residencial, ha desaparecido, así como otros 142.000 metros cuadrados de techo planificados en 2010 en Horno de Alcedo, en las pedanías del sur, que pasa a terciario. En Mahuella, el área más alejada, los 33.000 metros cuadrados de techo residencial previstos en 2010, han cambiado de uso. Y ahora, si se aprueba definitivamente la revisión sin alteraciones, en lugar de 600 o 1.000 pisos habrá centros comerciales, hoteles o usos parecidos.
El futuro urbano
Revisión del PGOU.El futuro plan reclasifica 415 hectáreas para 10 nuevos sectores residenciales, en los que se planifican 17.000 nuevos pisos.
Suelo pendiente. Valencia tiene suelos urbanos y urbanizables para edificar 40.00 nuevas viviendas, según cálculos de 2008— en el PGOU de 1998. Están pendientes de desarrollar los proyectos de Parque Central, Camí Reial, San Marcelino o Mestalla, entre otros. En suelo urbanizable están en cola los planes urbanísticos del Grau, Benimaclet Este, Malilla (junto a la nueva Fe) y Fuente de San Luís.
Viviendas vacías. La capital cuenta con más de 60.000 viviendas deshabitadas, muchas de ellas pendientes de rehabilitar.
El Gobierno local ha eliminado o modificado estos sectores, pero mantiene una decena de ellos que supondrán la reclasificación de 415 hectáreas de suelo agrícola, —alguno en producción— y la edificación de aquí a 2030 de 17.000 nuevas viviendas. Una cantidad innecesaria, en palabras de la oposición municipal.
En la capital, recuerda el Grupo Municipal Socialista, hay suelo para la construcción de 40.000 pisos —según datos de 2008— en proyectos como Parque Central, Camí Reial, San Marcelino, Mestalla y otros tantos PAI pendientes, todos ellos en suelo urbano. En terreno urbanizable siguen sin desarrollarse otros planes urbanísticos como el del Grau o de Benimaclet Este, paralizado desde 1992. Están pendientes de urbanización los de Malilla, a poca distancia del nuevo hospital de La Fe, y el de Fuente de San Luis.
En el sector de Patraix solo se ha edificado una finca y el PAI de Moreras está construido solo un 50%, al igual que sucede con el plan de Quatre Carreres. “Solo con estos sectores urbanísticos se cubrirían las necesidades de vivienda de la capital durante 15 o 20 años”, sostienen los socialistas. Además, se estima que el stock de residencias deshabitadas en la capital asciende a 60.000.
La oposición confía en que las alegaciones —la revisión está en periodo de exposición pública— permita reducir las reclasificaciones en el camino de Vera, en Benmàmet, al oeste de Campanar o en el camino de Vera, junto a los campus universitarios. La presión de los socialistas, que amenazó con denunciar al Ramsar, logró cuatro años atrás que Urbanismo eliminase de la revisión del PGOU 300 chalés en el sector de Pinedo, en el borde del Parque Natural de L’Albufera. El Consistorio quería reclasificar 68.000 metros cuadrados de suelo para la construcción de unifamiliares y zonas comerciales, pero al final se echó atrás.
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