Un crematorio junto a un colegio en Navalcarnero
Los vecinos presentan 700 alegaciones en contra de la apertura de la instalación
A 300 metros, un colegio. A unos 200, un depósito del Canal de Isabel II, que abastece de agua a todo el municipio de Navalcarnero (26.000 habitantes), al suroeste de Madrid. En este enclave pretende el Ayuntamiento, gobernado Baltasar Santos (PP), autorizar la apertura un crematorio, junto al tanatorio y al cementerio municipales. Los vecinos han reunido 700 alegaciones contra el proyecto, pues creen que puede afectar a la salud pública.
El tanatorio, ubicado en la carretera M-400, entre Navalcarnero y el municipio vecino de Sevilla La Nueva, cuenta ya con un edificio anejo donde está prevista la instalación del crematorio. Tan sólo queda que el Ayuntamiento conceda la licencia de apertura y funcionamiento a la empresa que gestiona el tanatorio, Servicios y Gestión Funeraria. Pepe Arquero, secretario de la Asociación Vecinal Dehesa Mari Martín, explica que los vecinos no están en contra de la apertura del crematorio, sino de la ubicación elegida.
Más de 1.500 firmas en Internet
Más de 1.500 personas han sumado su firma en Internet contra la "locura" del gobierno municipal de Navalcarnero, que ha iniciado los trámites para autorizar la instalación de un horno crematorio en el municipio, en una zona próxima a un colegio y a un depósito de agua.
La campaña, lanzada el pasado abril en la plataforma change.org, pretende recabar 3.400 apoyos más y llevar todas esas firmas ante la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, para que intervenga en el conflicto e “impida” la puesta en marcha del crematorio.
El manifiesto que pide el apoyo de los vecinos tacha de “aberración” el proyecto y asegura que “pone en grave riesgo la salud publica” de los habitantes de Navalcarnero. “No quiero un crematorio al lado de mi casa y mucho menos cerca del colegio donde van mis hijos”, se queja Loli Rodríguez, una de las residentes en el municipio que se ha sumado a la campaña. “Me parece intolerable, un atentado contra la salud publica y contra la vida del barrio”, apunta Ana Caballero, otra de las firmantes.
“Lo que más nos preocupa es la cercanía del depósito. El día que haga viento, los humos se cuelan por la reja de respiración del depósito”, apunta Arquero. Su asociación está radicada en el barrio de la Dehesa Mari Martín, de unas 2.500 viviendas, el más cercano al tanatorio y donde también se encuentra el colegio de Nuestra Señora de la Concepción. Arquero asegura que muchas de las alegaciones que entregaron en el Ayuntamiento —el plazo concluyó a finales de diciembre— están firmadas por padres de este centro concertado, que da clases desde Infantil hasta Bachillerato.
El Consistorio niega que el futuro crematorio incumpla la ley e insiste en que se trata de un servicio “necesario” para el municipio. Asegura que cuenta con el visto bueno de la Comunidad de Madrid, que ya emitió su declaración de impacto ambiental, y también con un informe favorable del Canal de Isabel II. “Es imposible que afecte de ninguna manera a nadie, está completamente alejado del casco urbano. Alrededor del tanatorio tan solo hay campo”, señala un portavoz municipal.
Los vecinos replican, sin embargo, que la ubicación del crematorio no respeta la distancia de 500 metros que, según el reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, debe mediar entre “los cementerios de nueva construcción” y cualquier zona poblada. En sus alegaciones señalaron también que se incumple la ordenanza municipal sobre medio ambiente, que impide instalar hornos incineradores “tanto en fincas privadas como en establecimientos públicos en general”. El Ayuntamiento puntualiza que esa prohibición afecta únicamente a la incineración de residuos.
Un centenar de vecinos de Navalcarnero se manifestó el pasado 21 de diciembre contra la instalación del horno bajo el lema “No al despilfarro, no al crematorio”. La agrupación de UPyD en el municipio ha pedido al Ministerio de Administraciones Públicas que investigue posibles irregularidades en el proyecto. El Ayuntamiento, por su parte, tiene intención de desestimar las 700 alegaciones presentadas y critica que se pretenda generar “alarma social” y una polémica “artificial”.
Manifestación en Navalcarnero contra el crematorio el 21 de diciembre.
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