Los vecinos de Villaverde salvan la cabalgata de Reyes

Este año, los vecinos de Villaverde (140.000 habitantes) lo tienen más difícil todavía. Llevan tres años organizando, sin ayuda del Ayuntamiento, la cabalgata de Reyes. Esta Navidad deberán volver a hacerlo, y más rápido: tienen apenas tres semanas para gestionar un espectáculo que normalmente se prepara a meses vista. El Ayuntamiento, que no se encarga del evento desde 2011 aduciendo falta de presupuesto, decidió contratar a una empresa privada por nueve veces más de lo que costó la cabalgata ciudadana el pasado enero, unos 15.000 euros. El concurso quedó desierto. A 20 días de la gran noche, los vecinos han tomado el relevo.

El pasado 26 de noviembre, la Junta de distrito decidió volver a organizar el desfile, que suprimió en 2011 para favorecer la macrocabalgata del centro. Para ello, decidió denegar el permiso para que los vecinos organizaran la cabalgata por cuarto año, y contratar a una empresa privada. El nulo presupuesto de 2014 se infló hasta los 120.000 euros, el doble de lo que costó en 2011. Pese a eso, el concurso público quedó desierto: la única empresa que se presentó no reúne las condiciones necesarias.

Tras el fiasco, el Ayuntamiento ha optado por revocar la denegación del permiso y que las asociaciones de vecinos y la de madres y padres de alumnos vuelvan a hacerse cargo del desfile. El Ayuntamiento asegura que “va a colaborar para ver si todo puede ir saliendo bien”. Pero el apoyo no será monetario, y se reducirá a la cesión de las vallas para mantener la seguridad durante el recorrido. “Lo primero que nos han pedido es un seguro de responsabilidad civil de 600.000 euros. Esto no es colaborar, esto es que les saquemos las castañas del fuego”, protesta Antonio Abueitah, de la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque, una de las organizadoras del desfile en los últimos años.

“Lo han hecho todo deprisa y corriendo”, dice Abueitah, que cuenta que el viernes el Ayuntamiento les entregó en mano la revocación de la denegación del permiso, en la que se habían reafirmado el día anterior. “En septiembre tendrían que haberse puesto en contacto con nosotros y llegar a un acuerdo para hacerlo juntos: con subvenciones, como colaboradores…”, se queja.

Los vecinos aprobaron ayer oficialmente en asamblea hacerse cargo de la cabalgata, pero llevan trabajando desde el miércoles “previendo lo que podía pasar”. El viernes habían apalabrado ya cinco carrozas. Este año no podrán organizar la rifa con la que normalmente sufragan gran parte de los gastos, y será más difícil coordinar a padres y madres, ahora que empiezan las vacaciones escolares. Pero tirarán, como otras veces, de la generosidad vecinal: “Siempre hay alguien que nos deja las luces, que nos regala caramelos...”. Pero “el enfado y la indignación” no desaparecen: “Este es un barrio con muchas carencias. Y ellos se iban a gastar 120.000 euros en esto. Pero claro, en cinco meses hay elecciones, y querían tirar la casa por la ventana”.