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La bicicleta crece un 16% ante la caída de coches, motos y transporte público

La oferta de autobuses urbanos bajó un 6% y la del metro se recortó un 11% en 2013

El uso de la bicicleta en la almendra central de Madrid ha crecido un 16%, mientras que el tráfico ha caído un 4% y la bajada se ha extendido, por primera vez, incluso a motos y ciclomotores, con un descenso del 5,7%. Así se desprende del estudio sobre movilidad elaborado por el Ayuntamiento de Madrid y referido a 2013, que recoge una disminución en los desplazamientos motorizados que va más allá de lo achacable a la crisis económica.

El informe destaca que el servicio de autobuses urbanos se ha recortado un 5,8% y el metro un 11,1%, lo que ha provocado una caída respectiva de la demanda del 4% y el 7,2%, superior a la sufrida por el vehículo privado pese a ser más caro. Ha cambiado además el tipo de usuario del transporte público, ganando predominancia los usuarios con tarifas subvencionadas (mayores).

No sólo es la crisis. “La menor renta hace que los ciudadanos se desplacen menos en coche o transporte público, y más a pie”, señala el informe. Pero mientras que el Producto Interior Bruto cayó en 2013 un 1,2% en la región, y el empleo disminuyó un 0,9%, la movilidad motorizada se recortó por encima de esos niveles: el 4,2% en la capital y el 2% en el resto de la región.

La ciudad pierde habitantes (0,8%) y trabajadores (1,5%), mientras que los municipios cercanos ganan población (0,2%) y empleo (0,7%). Así, el informe concluye que los trayectos en la capital pierden peso ante los desplazamientos interurbanos, en los que el uso del transporte público cae desde 2007 (un 7,6%).

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Menos transporte público. El servicio de autobuses urbanos se ha recortado un 5,8%; el de metro, un 11,1%. Esto “puede haber influido en el descenso de la demanda”, con una caída respectiva del 4% y el 7,2%, superior en ambos casos al bajón del vehículo privado (3,3% de media en la región). Es decir, los madrileños dejan de usar el transporte público porque hay menos oferta, incluso aunque el coche les resulte más caro. “Además, se ha modificado sustancialmente el tipo de usuario del transporte público”.

El informe de movilidad detecta “un peso cada vez mayor” en el transporte público “de aquellos colectivos que disponen de tarifa bonificada”, en especial los mayores. Pese a ello, el estudio defiende los recortes, y anima sólo a un “ajuste fino selectivo al alza”.

Más bus, menos coches. La implantación de carriles reservados para autobuses, y de calles con velocidad limitada a 30 kilómetros de hora para que convivan coches y bicicletas, ha provocado una reducción del tráfico del 6,3% en la M-10 (el cinturón de bulevares y rondas que rodea el centro de la capital). Ese tráfico no se ha ido a vías alternativas y la velocidad de circulación apenas se ha reducido. De hecho, la velocidad de los autobuses urbanos ha aumentado un 4%.

Más bicis y menos motos. La caída del tráfico ha afectado por primera vez a motos y ciclomotores (un 5,7%). El uso de la bicicleta, en cambio, ha crecido un 16% en el interior de la M-30.

Menos coches aparcados. El estacionamiento en la almendra central ha caído un 6%, pero el servicio regulado mediante parquímetros sigue a máximo rendimiento (88% de plazas ocupadas). “Esto se debe al incremento del tiempo de estacionamiento de los vehículos”, señala el informe, que destaca la imposibilidad hasta hace pocos meses de controlar el tope de duración (desde julio, los nuevos parquímetros registran la matrícula).

Y menos multas. El descenso de tráfico ha provocado una rebaja del 5,3% en el número de infracciones de aparcamiento. Además, ha bajado el porcentaje de vehículos comerciales que estacionan ilegalmente para la carga y descarga, pasando del 53% al 43%. Pero incluso entre los que paran en zonas habilitadas para ello, un tercio supera el máximo tiempo permitido (30 minutos), lo que “supone una amenaza para la capacidad” de esos espacios.

32 víctimas mortales. La cifra de muertos en accidentes de tráfico “se ha mantenido prácticamente constante”, pasando de 33 en 2012 a 32 en 2013. Han aumentado un 5% las víctimas graves en siniestros. “A partir de 2010 se observa un cierto estancamiento en la reducción de víctimas; aun así, desde 2005 se han reducido a más de la mitad; entre 2005 y 2008, por la reducción de siniestralidad de coches y motos; y en 2010, por el descenso de peatones fallecidos”, señala el informe.

El 97% de los muertos y el 80% de los heridos graves en accidentes son peatones o usuarios de bicicletas, motos y ciclomotores. Crece la siniestralidad entre estos últimos, mientras cae entre los conductores de coches. En 2013 murieron 18 peatones, 11 motoristas, dos ciclistas y un conductor. Desde 2005 sólo se han registrado cinco ciclistas muertos (uno en 2009 y dos en 2010).

Mejora la contaminación. La media de emisiones de dióxido de nitrógeno (el componente en el que se rebasa el límite legal de la Unión Europea desde 2010, con una amenaza de multa millonaria) ha caído de 41 a 37 microgramos por metro cúbico; además, el número de estaciones de medición que superaron el valor límite de 40 microgramos bajó de 10 a ocho. Eso se explica, según el estudio, por la sustitución de autobuses urbanos de gasóleo (estos motores son los principales responsables de las emisiones) por otros de gas o menos contaminantes. Pero también por la “mejora de las condiciones climatológicas”, es decir, porque 2013 fue más lluvioso o ventoso.

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