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La primera nevada importante llega al Pirineo una semana tarde

Los Bomberos efectúan unas 60 salidas ante pequeñas incidencias por el viento

Los esquiadores en Boí Taüll, Lleida.
Los esquiadores en Boí Taüll, Lleida.Javier Martin

La nieve, tan anhelada en las estaciones de esquí durante el pasado puente festivo de la Purísima, está cayendo de forma generalizada desde el lunes por la tarde en todo el Pirineo de Lleida, donde está dejando espesores de hasta 60 centímetros en las cotas más altas y provocando problemas de circulación en una decena de carreteras.

La nevada ha obligado a cerrar el puerto de la Bonaigua y a circular con cadenas en varias carreteras del Pirineo, entre ellas la C142B de Baqueira a Pla de Beret, la C-28 en Naut Aran y Alt Àneu, la C-462 de Josa i Tuixén a La Pedra y la Coma, la C-563 de Gósol a Tuixén, la L-500 en el balneario de Boí, la L-501 entre Boí y Plà de l’Ermita y la N-230 en los accesos al túnel de Vielha, donde se ha restringido el paso de camiones.

Los empresarios del esquí señalan que la nieve ha llegado una semana tarde, una circunstancia que les impidió abrir la totalidad de las instalaciones. Durante el puente solo 20.000 personas han esquiado en las estaciones leridanas, la tercera parte de las que lo hicieron el año pasado en las mismas fechas. Pero por otra parte están satisfechos porque esta nieve ha venido para quedarse y ello garantizará la práctica del esquí durante las fiestas navideñas. Las predicciones meteorológicas anuncian más precipitaciones de nieve para el próximo fin de semana.

El viento, uno de los peores aliados para la práctica del esquí, ha obligado a cerrar hoy la estación de Espot Esquí y Protección Civil de la Generalitat ha alertado de fuertes vientos de hasta 125 kilómetros por hora en las cotas altas del Pirineo y pre Pirineo, pudiendo superar los 90 kilómetros por hora en cotas medias y altas del prelitoral y de la Catalunya central. El episodio podría empezar a remitir esta tarde.

Además, los Bomberos han efectuado ya unas sesenta salidas en toda Cataluña para intervenir en pequeñas incidencias originadas por el viento, como la caída de la rama de una palmera en Barcelona, retirar objetos de la calzada y comprobar la cubierta de una piscina en Martorell (Barcelona).

La Generalitat de Cataluña mantiene activada la fase del alerta del plan de emergencias Procicat, ante la previsión de que hoy soplen rachas de viento muy fuertes, especialmente en cotas altas y medias, según ha informado Protección Civil en un comunicado.

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Desde medianoche, los Bomberos de la Generalitat han efectuado un total de 50 salidas, la mayoría (34), entre las 07.00 y las 09.00 horas de la mañana, cuando el viento ha empezado a soplar con fuerza, aunque no ha provocado grandes desperfectos.

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