Fomento reserva 400.000 euros para el estudio definitivo del tren de la costa

Es el eterno proyecto y cobra brío con unas elecciones a la vuelta de la esquina. La Generalitat ha terminado y entregado al Ministerio de Fomento el informe de viabilidad del tren de la costa, un proyecto destinado a conectar Valencia y Alicante por el litoral y que haría realidad el ferrocarril Gandia-Oliva-Dénia. Costaría 955 millones de euros y añadiría cuatro millones de nuevos pasajeros, concluye el documento.

Las restricciones presupuestarias han obligado a reconvertirlo de corredor único —así lo ideó el ministro socialista José Blanco para obtener fondos europeos— a un proyecto dividido en cuatro fases, que se puede empezar por arriba o por abajo, dejando el resto de tramos a expensas de una mejora de la economía.

Es un proyecto que arrastra mucho retraso: en octubre de 2011, el entonces ministro José Blanco y la consejera de Infraestructuras de la Generalitat, Isabel Bonig, rubricaron un convenio para impulsar el proyecto. El informe de viabilidad está listo tres años después y el Ministerio de Fomento dispone de dos años más —y una asignación anual de 400.000 euros— para redactar el proyecto definitivo. La obra no estaría lista antes de una década, si se decide hacerlo y se consigue financiación.

La primera fase no es otra cosa que la prolongación de la línea 1 de Cercanías entre Gandia y Oliva, un proyecto en fase de estudio de impacto medioambiental. Se construiría una estación provisional a las afueras de la población hasta que se decidiese la ubicación de la definitiva. El tren atravesaría la población soterrado. Serían algo más de 10 kilómetros de obra y tres estaciones —Gandia Hospital, Bellreguard y Oliva provisional—. El coste del tramo sería de 91,4 millones de euros y es la más rentable por los miles de pasajeros que transporta

La segunda fase abarcaría 24 kilómetros entre Oliva y Gandia. Sería vía única, ancho internacional y una velocidad de 140 kilómetros la hora, así como cuatro nuevas estaciones —Oliva, El Verger, Ondara y la Intermodal de Dénia—. El coste de esta fase ascendería a 246 millones de euros, pues incluye el soterramiento de vías de Oliva.

El tercer tramo o fase serían 50 kilómetros entre la variante al aeropuerto alicantino, previsto por el ministerio pero todavía sin construir, y Alicante y Benidorm. En este tramo habría trenes que podrían llegar directos de Madrid a la capital del turismo. Incluye estaciones en El Campello y Benidorm. Valdría 369 millones de euros.

La cuarta fase entre Benidorm y Dénia es la más compleja, con 84 kilómetros de vía y la posibilidad de hacerlo con un trazado nuevo, que lo alejaría de la costa, dejaría sin servicio a Calpe y dispararía el coste del tramo hasta los 448 millones de euros. La apuesta de la consejería de Isabel Bonig es aprovechar la actual línea 9 del Tram, con lo que dejaría de ser parte de la red de FGV. Esta solución costaría 248 millones.

Los datos de nuevos viajeros son optimistas, con crecimientos mayores a los vegetativos y añaden cuatro millones de nuevos pasajeros. Los tiempos se acortarían gracias a que el proyecto combina y enlaza servicios de alta velocidad, cercanías y regionales. Así, los pasajeros con origen en Madrid tardarían dos horas y 13 minutos en llegar a Cullera y solo unos minutos más en llegar a Benidorm. En autobús y vehículo privado se tardaría de media de una a dos horas más, según el estudio.

Si los viajeros salieran de Valencia llegarían a Dénia en 54 minutos y a Benidorm en hora y 25 minutos. Las tarifas previstas corresponden a un servicio de alta velocidad aunque inferiores a las de la alta velocidad.

Según el director general de Transportes y Logística, Carlos Eleno, el proyecto, en manos del equipo de Ana Pastor, se puede hacer por partes. “Son trabajos que sobrepasan legislaturas”, aseguró. “Este tren es otra cosa. No está concebido para viajar en alta velocidad de Valencia a Alicante directamente”, añadió