Cien niños gitanos vuelven a faltar a sus colegios por “miedo”
Los pequeños habían regresado a las aulas de O Porriño y Tui el lunes, después de ausentarse un mes por el éxodo masivo de sus familias fuera de Galicia
El regreso pacífico, el pasado domingo, de los 410 gitanos de O Porriño y Tui conocidos como zamoranos tiene las horas contadas. Sus hijos, algo más de un centenar, volvieron el lunes al colegio después de un mes de ausencia pero hoy por la mañana se quedaron en sus casas y faltaron a clase. Según J.C.C., un vecino del barrio porriñés de Torneiros, que comparte edificio con varias de estas familias de etnia gitana, la decisión fue tomada a última hora de la tarde del ayer en una asamblea convocada por unos zamoranos “que están muertos de miedo”. La “protección” de los menores fue el primero de los acuerdos que se tomaron. El segundo, según este mismo vecino payo, fue no acudir a trabajar a más ferias después de los intentos fallidos de esta semana. El tercero, empezar a hacer de nuevo las maletas, cargar los coches y, “en unos días estar listos para volver a irse de Galicia”. Mientras se disponen para huir de nuevo, “permanecerán recogidos en sus casas; desaparecerán de las calles, igual que la otra vez”.
Los gitanos zamoranos emprendieron un éxodo masivo hacia Castilla y otras zonas de España el pasado 8 de noviembre. Después de que un vendedor ambulante, Francisco Romero Alvite, denunciase ante la Fiscalía Superior “presiones” de una supuesta “mafia de los mercadillos” que, según él, encabezaría Sinaí Giménez, hijo del conocido como “rey” de los gitanos, el fiscal jefe, Carlos Varela, abrió hace dos semanas una investigación. Pretende comprobar si, efectivamente, estas personas de origen zamorano pero asentadas desde hace casi 40 años en el sur de Pontevedra están siendo, como afirma Alvite, “extorsionadas” y “presionadas” para que dejen vacantes los puestos de venta que les corresponden en las ferias.
El vecino de Torneiros, que prefiere no aparecer con su nombre porque admite que también siente “temor”, asegura que el fin de semana pasado sus amigos gitanos regresaron con la intención de volver a los mercadillos y “poder alimentar a sus familias”. Llevaban ya, a causa de estas supuestas presiones que se denuncian, “mes y medio sin poder trabajar, malviviendo con unos pocos ahorros suyos y de sus parientes” de fuera de la comunidad. “Se fueron porque estaban sometidos y ahora parece que reventaron definitivamente. No quieren seguir viviendo así”, añade, “están determinados a acabar con esta situación”.
Por lo pronto, después de regresar los escolares el lunes a sus colegios, a partir del martes los padres “no se atrevieron” a montar sus puestos “ni en Coia [Vigo], ni en Redondela ni en Tui”, donde les correspondía hoy y cuentan con el apoyo expreso del gobierno local. Y esto a pesar de que todos estos mercadillos se celebraron con la presencia de furgones de la policía, movilizada para evitar previsibles altercados. Esta semana, los agentes también intervinieron y levantaron atestado después de recibir una llamada alertándolos de que un grupo de personas presuntamente simpatizantes con el bando dominante en Galicia estaba intentando forzar la puerta de una vivienda de Tui con la supuesta intención de amedrentar a sus residentes, gitanos zamoranos recién llegados de su éxodo.
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