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Gente que no encaja

Pere Ubu, banda de influencia reconocida enJoy Division, Pixies o REM, exhibe su art rock

Pere Ubu en la actualidad. Su líder y fundador, David Thomas es el segundo por la izquierda.
Pere Ubu en la actualidad. Su líder y fundador, David Thomas es el segundo por la izquierda.

Espejismo inmovilista: “Hemos sido muy afortunados por existir en el margen. Para banda outsider, la nuestra. Cambia el mundo pero no Pere Ubu”. En realidad, la formación que dirige David Thomas (Miami, 1953) desde hace 40 años resulta pertinaz en explorar territorios: “Pensamos sin descanso en el siguiente movimiento, ¿No se supone que lo que debe hacer un artista es algo nuevo? Nos llaman raritos pero somos el mainstream”. Y con ese rotundo (en presencia y humor vitriólico) Thomas al frente, Pere Ubu, leyenda del underground estadounidense e influjo para Joy Division, Pixies o REM, exhibirá su rock de riesgo el sábado en la sala El Sol.

¿No se supone que lo que debe hacer un artista es algo nuevo?”

El cantante de voz aguda promete “un muestrario lo más amplio posible y temas olvidados en directo”. Aunque la vorágine álbum-gira-álbum del grupo bautizado como el personaje de la obra teatral Ubu Roi, trae aún caliente Carnival of souls, su decimoctavo trabajo. De hecho, crearon las canciones durante el tour de su antecesor, Lady from Shanghai. Títulos ambos cinematográficos. El próximo, del que Thomas no da pistas, completará una trilogía. “El planteamiento del disco es una especie de ‘recuerda, vas a morir’. Lo inspiró ver muchas de las tonterías que dan por televisión. Pensé: ‘¿De verdad queréis vivir vuestra vida así?’. El filme y sus muertos vivientes venían al pelo. Y encerraba además una idea muy habitual en la obra de Pere Ubu: gente que no encaja pero intenta llevar una existencia. Y no hay peor encaje que no saber si estás vivo o muerto, como le pasaba a la protagonista”.

Pere Ubu pasó por un breve periodo, digamos, pop. Dos discos de brillo accesible lo testifican, Cloudland (1989) y Worlds in collision (1991). El primero hasta recogía un amago de hit (Waiting for Mary) con vídeo de la MTV incluido. "Un reto, nunca habíamos hecho algo semejante. Estudios caros, tiempo de sobra para grabar, productores de lujo…aprendí mucho. Cuesta captar que en esencia somos, por imaginería y referentes, una banda pop”.

Rock o pop experimentales, llamémoslo como queramos. Los géneros que anatemiza Thomas en cambio se denominan punk o música de baile. Acusa a los dos de cobardía. Al primero, en su versión más agreste, por renunciar a la elaboración propia del arte (“soy fan de John Lydon, que no es lo mismo que Johnny Rotten”). Mientras que al dance, por su falta de contenido, algo que precisamente intentó reparar con el álbum previo de Pere Ubu: “Los cobardes enseguida prescinden de decir cosas que puedan molestar. ¿Cómo que el rock ha muerto? Lo que ocurre es que eres un cobarde”.

Imagino sobre mí a los fantasmas de los artistas con integridad”

En una banda donde ejerce de único miembro perenne, Thomas se concibe como “el director de la orquesta. Con cada individuo libre para trabajar sus ideas, aunque la base sea que ninguno, ni siquiera yo, se lleve el gato al agua”. La libertad parte de la falta de expectativas: "Sabíamos que nunca tendríamos éxito comercial, quien nos firma un contrato es consciente de que no se lleva a la próxima Madonna… Así que lo mejor era hacer lo que quisiéramos".

Y con el tiempo, el enfoque se complicó: “Me imagino mirando sobre mi hombro a los fantasmas de todos los que durante miles de años han practicado el arte con integridad. Así hacer algo estúpido se vuelve impensable. No quiero sonar como un viejo pero…”. La edad, esa evidencia: “Siempre hemos criticado a los Stones por seguir comportándose como adolescentes, aunque entregaran buenos discos. Lo suyo es reflejar quién eres en cada momento”.

Pere Ubu actúa el 29 de noviembre en El Sol (Jardines, 3), a las 22.00.

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