Defensa reconoce que el cierre que puso en Guitiriz es “tipo concertina”
Los vecinos aseguran que la alambrada rodea por completo el perímetro del terreno que cedieron al Ejército y el ministerio niega que esté todo cerrado
Un paso más en el enfrentamiento entre vecinos de Santa Cruz de Parga y el Ejército. Esta vez dado por el Ministerio de Defensa, que emitió un comunicado sobre el cierre del campamento militar en el municipio lucense de Guitiriz. Desde Defensa se reconoce que el “material utilizado ha sido la alambrada rápida tipo concertina, material reglamentario en el Ejercito, que se ha colocado claramente señalizado en el interior de la propiedad, y encima de un merlón que en algunos casos supera los 1,60 metros”. También pone el acento, a través de la nota de prensa, en que “esta alambrada se ha instalado solamente en una zona del perímetro que coincide con la que da acceso a los campos de tiro y de explosivos, para evitar que alguna persona pudiera entrar, de forma accidental, en estas zonas de riesgo". El ministerio añade que "no se tiene intención de continuar instalando más alambrada de este tipo en otras zonas del perímetro”. Pero su versión choca con la que mantiene el presidente de la mancomunidad de montes Santa Cruz de Parga, Manuel Amil, que asegura que es todo el campamento el que permanece cerrado por esas concertinas, y “no solo el acceso al campo de tiro”.
Amil no porfía por que el cierre se limite al campo de tiro: “me parece correctísimo”, dice, aunque asegura que “nunca” hizo falta cercarlo. Insiste en que se “falta a la verdad” por parte del Ministerio de Defensa, e invita a que se visite para comprobar que “el perímetro completo permanece cerrado”. “Si la retiran hoy o mañana no lo sé, ahora sigue cerrado todo el perímetro del campamento militar de Santa Cruz de Parga”, despacha finalmente.
Y es que el cierre está siendo motivo de polémica desde hace varias semanas. Un problema que se viene a sumar a otros arrastrados desde hace más tiempo: los vecinos de la zona, con 70 casas en las inmediaciones del acuartelamiento, se quejan incluso de que las prácticas de tiro les provocan agrietamientos en sus viviendas.
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