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Botella readmite a 25 despedidos por la quiebra de una empresa municipal

La justicia había anulado el ERE aprobado tras el hundimiento de la sociedad, censurando además las maniobras financieras del Ayuntamiento que provocaron su elevada deuda

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), anunció el miércoles que la empresa municipal Madrid Destino contratará a los 25 trabajadores despedidos tras la quiebra de otra sociedad municipal, Madrid Espacios y Congresos, en 2013. Una representación de los trabajadores, presente en el Pleno, prorrumpió en aplausos y gritos de alegría tras el anuncio, que llega tras muchas negativas anteriores del gobierno municipal y una larga lucha sindical. La edil Milagros Hernández (IU), que había preguntado al respecto a la regidora, celebró esa “lucha incansable” y censuró la gestión de Madrid Destino, que en su opinión ha causado “una pérdida de tiempo y dinero”.

“Después de dos años de insistir y, sobre todo, del sufrimiento de los trabajadores, deseamos que la recuperación de los puestos sea rápida y que se suspendan todos los recursos judiciales en marcha”, añadió el concejal Gabriel Calles (PSOE). “Me felicito por la medida, que implica la reparación de una injusticia y que demuestra que, con la lucha de los trabajadores, sí se puede”, señaló Pedro Delgado, secretario general de Comisiones Obreras en el Ayuntamiento, que ha agradecido su labor a estos dos concejales.

El anuncio de Botella coincide además con la recuperación de los premios de antigüedad de los funcionarios, el último beneficio social que quedaba suspendido por los recortes de 2012.

El Tribunal Superior de Justicia anuló en febrero el expediente de regulación de empleo en Madrid Espacios y Congresos al considerar que las cuentas presentadas para justificarlo “no expresan la imagen real de la empresa”. La sociedad fue liquidada el 31 de diciembre de 2013, víctima de una deuda colosal por las operaciones financieras del Ayuntamiento.

Los magistrados censuraron la gestión municipal, que permitió al Ayuntamiento obtener liquidez para mantener su elevado gasto en inversiones a costa de colocar en la empresa activos sin reflejar su “valor razonable”.

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