La indeleble sombra de Ernest Lluch y los ‘tuits’ de Séneca
La Universitat de València lo reivindica como ejemplo de diálogo, tolerancia y ciudadanía en el aniversario de su asesinato
Cuando, en plena negociación de los llamados Pactos de la Moncloa, en septiembre de 1977, Ernest Lluch y Enrique Barón entraban en el palacio de la Presidencia del Gobierno español, el que fuera catedrático de Economía de la Universitat de València saludó a un guardia civil que le dijo: "Bon dia, senyor Lluch, com està vosté?". Tras la sorpresa del saludo, y mientras se dirigían a la reunión presidida por Fernando Abril Martorell, Lluch le comentó a Barón: "España ha cambiado, la guardia civil habla catalán".
La anécdota ha sido referida este lunes por Enrique Barón, expresidente del Parlamento Europeo, en el acto de homenaje celebrado en la Universitat de València con motivo del decimocuarto aniversario del asesinato de Lluch a manos de ETA, en el que ha quedado patente la indeleble sombra del político y economista catalán en la universidad, política y economía valencianas, desde el periodo que va del tardofranquismo al final de la Transición.
Celebraba así Barón, actual presidente del patronato la Fundación Yehudi Menuhin y de la Fundación Europea para la Sociedad del Conocimiento, el "don de la ironía" que caracterizaba, entre otras cualidades, al fallecido economista y político, que fuera ministro de Sanidad en 1982. Un don que echaba de menos ahora. Fue una de las varias reivindicaciones que se hicieron del ejemplo de Ernest Lluch en este acto, que pivotó en torno a la conferencia del que fuera ministro de Transportes y eurodiputado sobre El futuro de Europa.
Con ese mismo sentido de la ironía, Barón arrancó con una cita de Séneca -al que calificó con humor de "tuitero" avant la lettre, por sus frases eternas de 140 caracteres- que encabeza su reciente libro La era del Federalismo (“Muy breve y trabajosa es la vida de quienes olvidan el pasado, descuidan el presente y temen el futuro”), para subrayar a continuación una serie de datos para eludir el "flagelo sistemático" del debate europeo actual, como el contraste entre "los seis estados que ponen en marcha" el proyecto europeo en 1950 y los 28 que están "hoy en lista de espera".
En la presentación de la conferencia, Salvador Almenar, presidente de la Sección Española de la Fundación Ernest LLuch aseguró que siguiendo su ejemplo, ésta "ha consolidado un espacio para el diálogo intelectual y social", incluso en un momento como el actual, afectada también por la crisis. Almenar agradeció la ayuda de instituciones como el Ayuntamiento de Alaquàs, la Universidad de Alicante y, sobre todo, la Universitat de València, para continuar con las actividades de la fundación, y en especial, sus ciclos de diálogos.
El decano de la Facultad de Economía, Vicent Soler, que se declaró discípulo de Lluch, destacó su personalidad poliédrica y, en particular, "la gran tarea desarrollada en esta casa", a la que llegó cuando "estaba en pañales" y llevó a su homologación europea e internacional. Recordó también su "sentido del diálogo", que trató de aplicar en el tema vasco, pero llevó, en definitiva, "a todos los ámbitos". Soler destacó su lucha "por la valencianización de la política", en el marco de "la España del derecho a la diferencia". Cómo trabajó porque hubiera plataformas unitarias, por el Estatut d'Autonomia y por el autogobierno.
Previamente, en declaraciones a los periodistas, el rector de la Universitat, Esteban Morcillo, reconocía que esta institución académica "tiene una dimensión cívica y social y de ejemplo de los valores que nos dejó Ernest Lluch, del que muchos profesores se consideran discípulos y seguidores de su contribución al pensamiento económico y sus estudios sobre la vía valenciana". Respecto a lo que queda de la "vía valenciana" defendida por Lluch, el rector de la UV ha afirmado que "tristemente, desde el punto de vista económico, la sociedad valenciana ha padecido mucho y tenemos muchos frentes que continúan abiertos, como la infrafinanciación".
Los actos han concluido con la colocación de flores y la interpretación del Cant del Ocells, a cargo de Pere Joan Carrascosa, en la fachada oriental de la Facultad de Economía, en la calle que lleva el nombre de Ernest Lluch y preside una placa permanente de tributo ilustre profesor, fijada por la propia facultad un año después de su muerte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.