El ex director de Método 3 dice que Martorell le pidió informes de Unió

El ex director de la polémica agencia de detectives Método 3, Francisco Marco, afirmó ayer ante el juez que el ex jefe de Prisiones de la Generalitat, Xavier Martorell, le encargó que consiguiera unos informes sobre dos exconcejales de Unió Democràtica de Sant Cugat. El encargo se produjo cuando Martorell era responsable de seguridad del FC Barcelona y, según la declaración de Marco, fue gratuito. El detective lo hizo como favor por el vínculo de Martorell con la agencia de detectives, que estuvo en el epicentro del escándalo del espionaje político en Cataluña.

Martorell permanece imputado por estafa. Según la fiscalía, cargó a las arcas del Barça el espionaje a los dos exconcejales de Unió. Esos trabajos, insiste el ministerio público, eran ajenos a los intereses de la entidad, que no debería haber pagado por ellos. El detective insistió ayer, sin embargo, que no cobró nada del Barça por esos trabajos, y que hizo los informes como un “favor” a Martorell, explicaron fuentes judiciales. Su versión coincide con la dada por el hombre que también fue, durante diez años, máximo responsable de los Mossos d’Esquadra.

Marco fue más allá y especificó que Martorell tan solo le pidió que le facilitara unos informes sobre Xavier Amador y Joan Recasens —los dos ediles de Sant Cugat— que “ya estaban circulando”. El detective añadió que su agencia, que se encuentra en liquidación, no los confeccionó sino que se limitó a entregarlos. También, en plena consonancia con lo dicho por el excargo público, Marco admitió que el exjefe de seguridad sí le encargó espiar a un técnico del Ayuntamiento de Sant Cugat —cargo de confianza contratado por el alcalde— para verificar unos rumores sobre unas supuestas comisiones ilegales en el Consistorio. Aunque el encargo fue directo, y aunque existe una factura cargada al Barça con la referencia de ese informe, añadió Marco, la agencia de detectives no cobró. Se trató de una “muestra de agradecimiento”, dijo el director, por haberle proporcionado un cliente importante como el FC Barcelona.

El escándalo obligó a Martorell a abandonar el año pasado su cargo como director de Prisiones y presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en Sant Cugat. La fiscalía le acusa de estafar, al menos, unos 25.000 euros en 33 facturas giradas entre 2008 y 2010 al club. Los conceptos de esas facturas eran genéricos e incluían, presuntamente, trabajos que nada tenían que ver con el fin social del Barça.

En su declaración como testigo, Marco afirmó que su nexo con el Barça era exclusivamente Xavier Martorell, y que nunca recibió encargos de la junta directiva de la entidad. Solo contactaba con el club para cobrar las facturas pendientes. Cuando declaró como imputado, Martorell se escudó en que se limitaba a cumplir con los encargos de espionaje sobre asuntos del club que le hacía la junta directiva. Según las facturas, estos trabajos incluían seguimientos a fotógrafos, periodistas e incluso vicepresidentes y exdirectivos de la entidad culé.