Dos años de cárcel para dos antifascista por pegar a un neonazi

La Audiencia Provincial de Barcelona condenó ayer a dos años de privación de libertad a dos jóvenes antifascistas que el 12 de octubre de 2011 agredieron a un joven neonazi a pedradas, patadas y botellazos. Fruto del incidente sufrió heridas de diferente consideración y tuvo que ser operado del cráneo.

El tribunal de la Sección décima de la Audiencia de Barcelona condena a dos años de prisión a Rubén García y a Sergi Hernández al considerarles culpables de un delito de lesiones con instrumento peligroso. La fiscalía solicitaba tres años y medio de privación de libertad para cada uno de ellos.

Los hechos se remontan al 12 de Octubre de 2011. Los acusados se dirigieron hasta un local de Poblenou donde el partido fascista Democracia Nacional había organizado un concierto. En las puertas del local protestaron por la presencia de miembros de formaciones de ultra derecha.

El tribunal asegura en su sentencia que, aproximadamente, una quincena de antifascistas arrojaron piedras y botellas de cristal contra la puerta del local. Uno de los ultras salió por la puerta y recibió como saludo diversas pedradas, botellazos y una patada en el trasero mientras los agresores gritaban: “Fuera fascistas de nuestras calles”.

El juicio por estos hechos estaba programado para el 9 de octubre. Aquella mañana, 80 personas de la Plataforma Antifascista se concentraron ante las puertas de la Audiencia, donde también acudió un grupo de unas 40 personas, con simbología nazi, para dar apoyo al ultra que había sido víctima de la agresión. Al encontrarse los dos grupos, se inició una batalla campal en la que unas veinte personas de ambos bandos se enfrentaron a puñetazos y patadas e incluso a golpes con cascos de moto. El 9 de noviembre no se celebró el juicio después de que uno de los acusados acudiera a la vista sin letrado.

Los Mossos han identificaron y denunciaron a ocho personas por participar en aquella pelea multitudinaria. Entre ellos se encontraba un joven, red skin, que fue detenido dos días después de la trifulca, en este caso acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa por propinar supuestamente una paliza a un ucraniano que fue expulsado de una reunión antifascista de Barcelona por sus proclamas ultras. El joven permanece en prisión provisional acusado de una tentativa de homicidio.

Finalmente, la vista oral se aplazó al 24 de octubre y una veintena de furgonetas de los Mossos d’Esquadra evitaron un nuevo encontronazo. Aquel día sí que se celebró el juicio.

Para el tribunal de la Audiencia de Barcelona, los dos acusados, Rubén García y Sergi Hernández , actuaron de forma violenta contra personas de grupo ideológico contrario utilizando, además, “instrumentos lesivos a sabiendas de que con ello se atentara contra la integridad física”.

"Los acusados prosiguieron el ataque dirigiéndolo hacia una persona en concreto y, teniendo en cuenta que no le conocían de nada, su móvil fue por razón de su 'ideología'. No existe ninguna otra motivación. La violencia desplegada fue inusitada, gratuita y carente de cualquier justificación", concluye el tribunal.

Por todo ello, el tribunal ha condenado a los dos acusados a dos años de privación de libertad y a indemnizar con 14.161 euros al ultra agredido.