Sánchez acusa a Rajoy y la cúpula del PP de convivir con la corrupción

“Ya no basta con pedir perdón”. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, exigió este miércoles al PP responsabilidades por la corrupción y apuntó a la cabeza. No solo no habrá pacto entre PSOE y PP para la regeneración democrática, sino que el secretario general de los socialistas, consciente de que la acumulación de escándalos, esta vez sí, parece hacer mella en el rival, apuntó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la dirección de los populares. “Estoy convencido de que la mayoría de los militantes del PP son gente honrada. Sus votantes viven escandalizados e indignados todo lo que están viendo”, dijo Sánchez, que reunió en Valencia a su ejecutiva federal para aprobar una declaración sobre la regeneración democrática. “El problema son sus dirigentes, una cúpula que ha convivido con la financiación irregular y con la corrupción durante años”, añadió.

Sánchez se mostró tajante en la receta para el PP: “Donde tiene que regenerarse es en la oposición”. Y personalizó en Rajoy la crítica: “Lleva demasiado tiempo inmóvil. Cree que los problemas se solucionan dándoles la espalda”. Ilustró esa opinión con la “grave fractura social” que puede producirse en Cataluña. Atribuyó a “la impotencia del señor Mas y del señor Rajoy” la situación creada con el pulso ante el 9 de noviembre. No quedaron ahí las exigencias al Gobierno. Ante el alta hospitalaria de Teresa Romero, la ayudante de enfermería contagiada de ébola, Sánchez proclamó: “Es la hora de las responsabilidades”. Para añadir que lo primero debe ser “la dimisión de la ministra [Ana] Mato”, titular de Sanidad.

Acompañado por el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, el líder del PSOE comentó la encuesta del CIS. El sondeo revela que el PP “experimenta un deterioro muy fuerte”, que Podemos sube y que su partido “ha frenado el golpe, la sangría de votos, para empezar a recuperar apoyos”. Sin embargo, advirtió: “No me conformo. Somos la primera alternativa al PP y lo vamos a demostrar”.

En relación con la atribución al Tribunal Supremo, que propone la fiscalía, de la investigación de aforados de su partido por los ERE en Andalucía, anunció que, en función de lo que vaya deparando la instrucción, “el PSOE va actuar de manera implacable”.

La llamada Declaración de Valencia incluye “una parte de principios”, en palabras de Puig, que constata el desencanto de la sociedad con la calidad de su democracia, y otra de medidas que se llevarán al Congreso y se abordarán con agentes sociales. Sánchez destacó la reducción a 50.000 euros del límite para considerar un delito fiscal y la transparencia de la evolución patrimonial de los cargos públicos, con una sanción que triplique el aumento de patrimonio no justificado.

“Si en España el cambio es una urgencia, en la Comunidad Valenciana es una emergencia”, justificó Sánchez la elección de Valencia para aprobar la declaración, titulada Por una democracia limpia. El líder del PSOE no quiso entrar al trapo de la coordinadora regional del PP, Isabel Bonig, que preguntó por qué no escogió Sevilla. Puig, también secretario de Reformas Democráticas del PSOE, afirmó: “Valencia no es una comunidad corrupta; el corrupto es el PP”.