El centro social Can Vies reanuda su actividad
“El apoyo del barrio no lo hemos perdido en ningún momento”, dice una portavoz
Pasados cinco meses de la orden de desalojo y posterior derribo del centro social ocupado Can Vies en el barrio barcelonés de Sants, voluntarios y miembros de colectivos pertenecientes al centro han ido reconstruyendo ladrillo a ladrillo las partes dañadas por las grúas que el día 26 de mayo comenzaron a tirar los muros de la fachada y el interior del edificio. El Ayuntamiento de Barcelona comunicó al colectivo de miembros de Can Vies en el mes de abril que tenían que abandonar el centro, por causa de las obras que se iban a poner en marcha en la cubierta del cajón de las vías del tren de alta velocidad (AVE). Tras las numerosas protestas que desembocaron en graves enfrentamientos, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, optó por una tregua que anulaba la orden de desalojo y ofrecía a los okupas un permiso de obras para poder arreglar el centro social.
La mañana del pasado sábado comenzaron las obras de la cubierta de la primera planta que presenta importantes desperfectos. Los techos del interior están hechos mediante una técnica de construcción tradicional, la bóveda catalana, por lo que no es fácil restaurarlos. “Aquí han venido técnicos, carpinteros, arquitectos, ingenieros con el fin de participar y ayudar, sobre todo para el tema de la bóveda” según contaron Irene y Pau, dos jóvenes encargados de la comisión de comunicación del centro social. También explicaron que los muros de la fachada, ahora derruidos, no se van a restaurar, dejando así una zona abierta para realizar eventos al aire libre. En “la kafeta” de Can Vies ya se han llevado a cabo algunas de las actividades culturales que solían hacerse antes del desalojo como la presentación de un libro y varias sesiones de cinefórum.
A pesar de los ánimos que se perciben entre los voluntarios que cada martes, jueves y sábado se reúnen para terminar la reconstrucción, Pau apunta: “No tenemos claro que nos podamos quedar aquí mucho tiempo. Es incierto y depende del papel que juegue el Ayuntamiento.”
En esta nueva etapa no va a haber personas viviendo en el edificio porque, según dice Pau, “primamos la necesidad de un espacio colectivo donde se puedan realizar actividades de todo tipo para todos. Ahora en la parte de arriba en vez de viviendas, habrá un gimnasio y un taller de salud, entre otras cosas.” No se sabe si Can Vies volverá a ser el mismo que el de estos últimos 17 años pero Irene tiene esperanzas: “El apoyo del barrio no lo hemos perdido en ningún momento”.
No tenemos claro que nos podamos quedar aquí mucho tiempo
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