Cae una banda vinculada al secuestro y la muerte de un hombre de Cádiz
Han sido detenidas 18 personas a las que atribuyen otras torturas y robos
Objetivo: empresarios con grandes sumas de efectivo disponibles. Límites para conseguir el botín: prácticamente ningunos. La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una banda dedicada a secuestrar y torturar a sus víctimas y a la que atribuyen, de momento, la muerte de un narcotraficante de 36 años en Cádiz, y el secuestro de un empresario peletero en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Hay 18 detenidos, entre ellos el cabecilla del grupo, un madrileño conocido como El Terror de Vallecas con otros dos homicidos en su historial delictivo. Según los investigadores, la banda tenía planes para abordar a otras cinco víctimas, la mayoría empresarios de Madrid, informa Efe.
La banda no paró hasta que encontró los 400.000 euros que buscaba enterrados en un jardín
Los investigadores han encontrado un patrón de comportamiento en los dos principales golpes que, de momento, atribuyen a la banda. Se cubrían el rostro con caretas del personaje de V de Vendetta, asaltaban a sus víctimas y las golpeaban, tanto a ellas como a sus allegados, hasta que les contaban donde tenían el dinero o se lo entregaban. En el caso de la víctima de Cádiz, vecino de Chiclana de la Frontera, esa supuesta violencia acabó en muerte. Su cadáver, destrozado a puñaladas, apaleado y degollado, fue hallado el 5 de agosto en un camino de Puerto Real.
La esposa del fallecido lo denunció todo a la Guardia Civil. Les contó que habían desconectado las alarmas de su casa y lo habían revuelto todo. La banda no paró hasta que encontró los 400.000 euros que andaban buscando. Estaban enterrados en el jardín de una de las viviendas que registraron.
Según las pesquisas policiales, los secuestradores abordaron al fallecido, de iniciales D.M.C, sobre la medianoche del 4 al 5 de agosto cerca de unas caballerizas de su propiedad. Lo llevaron a una vivienda de El Puerto de Santa María, donde lo inmovilizaron y lo torturaron mientras le pedían el dinero.
De madrugada, lo trasladaron hasta otra vivienda de Sanlúcar de Barrameda. Accedieron con engaños y retuvieron a un matrimonio amigo de la víctima. Estuvieron registrando ese domicilio, pero tampoco encontraron el efectivo. Entonces cogieron a uno de los retenidos y se lo llevaron a otro lugar, donde, por fin, lo hallaron.
La banda de 'El Terror de Vallecas'
La banda de El terror de Vallecas, especializada en secuestros violentos y recién desarticulada por la Guardia Civil, se gestó en prisión. Un portavoz de la Guardia Civil de Cádiz asegura que, Ismael L.G., el supuesto cabecilla, aprovechó su estancia en la cárcel para contactar con los 17 integrantes de un grupo que guardaba medidas de seguridad "casi paranoicas", como cambiar de teléfono casi a diario o desplazarse detrás de dos coches que controlaban si el camino estaba libre.
El ojos, como le llamaban los miembros de su banda, cumplía condena por matar en el año 2000 al portero de una discoteca de Alcalá de Henares (Madrid) que miró a su novia. Tenía varias órdenes de ingreso en prisión pendientes y según fuentes del instituto armado, también asesinó al hombre que le identificó ante la policía por el crimen de la discoteca.
"He perdido, habéis ganado", comentó a los agentes que le acorralaron en una casa de la localidad madrileña de Buitrago de Lozoya. El dispositivo policial, que sumó más de 200 efectivos, acabó con su frenética huida y unos supuestos planes para secuestrar a otras cinco víctimas de Madrid: un empresario chino, el gerente de un casino de la Vaguada, un matrimonio de joyeros y otros dos, posiblemente narcotraficantes.
Un esquema muy similar se repitió en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Esta vez, la víctima fue un empresario peletero que, afortunadamente, no perdió la vida. Según la Guardia Civil, los miembros de la banda le asaltaron durante el día, en su nave industrial. Lo inmovilizaron y torturaron hasta que confesó donde tenía el dinero. Lo abandonaron sangrando, maniatado y amordazado.
La víctima de Cáceres, un empresario peletero, salvó la vida, pero quedó sangrando
Los agentes les han intervenido, entre otros efectos, un chaleco antibalas, varias armas simuladas, grilletes o un cordón metálico para estrangular, que presuntamente se utilizó para el asesinato del empresario de Cádiz. La operación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.