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Halloween
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las Cortes Valencianas celebran Halloween

Que la política valenciana produce verdaderos escalofríos a la vista de todos está. Una buena ración de miedo a go-go

Que la política valenciana produce verdaderos escalofríos a la vista de todos está. No hace falta comprarse el pack familiar de esta temporada de Port-Aventura para Halloween para meterse una buena ración de miedo a go-go en el cuerpo. Ahora mismo, solo de pensar que Toni Cantó, este eterno joven galán y gran promesa frustrada de la escena española, puede ser nuestro próximo Molt Honorable, me recorren estos días unos temblores -desde la coronilla hasta la rabadilla del trasero- que ríete tú de los que sentía la agente Clarice Starling de El silencio de los corderos ante la presencia de Hannibal Lecter. De todas formas, si Mr. Conan El Bárbaro ha llegado a gobernador de California, no sé porque nosotros no podemos tener un Molt honorable que se llame Toni como el protagonista de una telenovela de Canal Nova.

A la vista del próximo Halloween, hay que ver como ha prendido en un plis plas entre nosotros, los valencianos ya hace tiempo que celebramos nuestro Halloween luctuoso y no hay mañana en que no nos levantemos con escalofríos en la noche -como el titulo de una película de Clint Eastwood- y resto del día después de haber leído las noticias de primera hora de la mañana. Así que no hace falta mucho para imaginarse a Eduardo Zaplana con la cara del Joker subido a la cúpula del Palau de les Arts amenazando con fumigar la ciudad con una buena ración de gas Sarín mientras sostiene suspendida en el vacío a la recién elegida fallera mayor -a la que está a punto de dejar caer en el tanque de los tiburones del Oceanogràfic- si no se cumplen sus condiciones, entre otras, que se destruyan todos sus archivos de Canal 9 anteriores a su operación de rinoplastia,  sobretodo, los que le mostraban de perfil.

Tampoco hace falta imaginarse a la oposición extraparlamentaria como un ejército de zombies insumisos invadiendo el hemiciclo de las Cortes y zampándose vivo a Alberto Fabra y al nuevo y flamante Presidente del parlamento, Font de Mora -de la que te has librado Cotino- mientras la consellera Maria José Catalá corre despavorida por los pasillos perseguida por el fantasma asesino de Scary Movie que la amenaza con una daga mientras con la otra blande la declaración de la R.A.E. sobre el valenciano. Otra banda de zombies insumisos la han emprendido con la secretaria general Isabel Bonig que se había escondido en el interior de una calabaza pero le venía pequeño el envoltorio, quedando medie cuerpo a la intemperie. Con el que más han disfrutado ha sido con el conseller de Gobernación y Justicia, Luis Santamaría que les ha sabido a gloria. Después de haberse dado el festín todo el ejército zombie y extraparlamentario ha realizado un flashmob con el Thriller de Michael Jackson coincidiendo con su treinta aniversario frente al Palacio de Benicarló que ha recorrido de inmediato las redes sociales.

Irreconocible en un primer momento, Francisco Camps, se paseaba con aire ausente entre el ruido y la furia como el Fantasma de la Opera mientras Ricardo Costa, que para la ocasión iba de Freddy Kruger, sólo hacía que quejarse por las molestias que le ocasionaba el disfraz escogido. “Esto es una lata” repetía todo rato mientras no dejaba de palparse el pesado maquillaje que le había realizado el estilista Tono Sanmartín. En medio de todo el berenjenal iban desfilando por riguroso orden los diferentes fantasmas de la corrupción valenciana: Brugal, Cooperación, Canal 9, Emarsa, Gürtel; algunos de los fantasmas imputados hacían su regreso a los escaños perdidos rebosantes de ira y deseos de venganza. El exconseller Rafael Blasco, el solito dejaba como unas migas manchegas a la Mesa entera de las Cortes con su mirada abrasadora. Otros como el antiguo conseller de economía Vicente Rambla y el ex diputado David Serra ponían patas arriba el mobiliario de Vicente Navarro buscando a la portavoz de Compromís Mónica Oltra que había conseguido esconderse junto con la también diputada Mireia Mollà en la llamada caja fija de la Generalitat que estaba hecha unos zorros con tanta factura y papeles por clasificar.

La que fuera Presidenta de los Cortes, Milagrosa Martínez armada con una motosierra no dejaba títere con cabeza a todo lo que se ponía a su alcance. Una de sus victimas, Consuelo Ciscar, a la que había confundido con Carmen Alborch -las dos habían elegido el disfraz de Morticia, la matriarca de la Familia Adams- había quedado como una bandeja de cintas de lomo de Mercadona. Rita Barbera para sorpresa general iba disfrazada de Kim Jong-Un el vistoso Presidente de Corea del Norte. Se había confundido con la Cabalgata del Ninot y es que desde que ha empezado la carrera para las próximas elecciones municipales anda con la cabeza hecha un lío. La diputada autonómica y alcaldesa no daba abasto ante una delegación de muertos vivientes del vecino Cementerio del Cabanyal que le reclamaban una ampliación del espacio mortuorio en el nuevo Plan Urbanístico del barrio. Y que acabara con la plaga de Picudo Rojo que asolaba las palmeras del recinto fúnebre.

Entre las apariciones más esperadas de la velada parlamentaria la todavía alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que dudaba entre el disfraz de Carrie, la adolescente humillada con poderes telekinéticos y el de la Maléfica de La bella durmiente, decidiéndose finalmente por este último. Después de notificarle que pasará a mejor vida política y de comprobar que solo le quedaba una especie de picadillo de lo que en otro momento fue el Presidente Fabra, la ha emprendido con el vicepresidente José Ciscar y el portavoz, Jorge Bellver, a los que ha transformado de un plumazo en una pareja de lechones para asador segoviano. Un ujier que ha tratado de interponerse en su camino ha acabado descabezado en el campanario vecino de San Lorenzo. Restos de su anatomía física se han encontrado esparcidos entre los Santos Juanes y La Cotorra del Mercat.

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