Sare cree que el plan de Hitzeman no soluciona las prioridades de los presos

La red ciudadana Sare, creada para defender los derechos de los presos de ETA, quiere convertirse en un actor relevante en la sociedad y la política vasca. Mientras ultima sus estatutos, la organización ha comenzado a impulsar la asociación en los pueblos y a reunirse con los partidos, con tres prioridades básicas: acabar con la dispersión, ayudar a los presos enfermos y terminar con la "excepcionalidad" de las leyes. Algo a lo que su portavoz, Joseba Azkarraga, cree, "en una primera lectura", que el programa Hitzeman —impulsado por el Gobierno vasco para favorecer la reinserción de condenados por terrorismo— no da respuestas: "No hay una resolución final, porque no tienen las competencias para dar los pasos necesarios en política penitenciaria".

Azkarraga, antiguo secretario general de Eusko Alkartasuna y consejero de Empleo y Justicia, ha criticado, asimismo, en un desayuno informativo celebrado este jueves en Bilbao la postura del Gobierno central sobre la dispersión. Concretamente, ha puesto en duda la decisión del Senado el pasado 15 de octubre de, respetando las resoluciones europeas, de trasladar a los presos a su país de origen: "Nos tememos que habrá un fraude de ley que incluso empeore las cosas. Ahora hay personas que están en Francia a 200 kilómetros de Irún, y de ser trasladados a Andalucía, como ha sido la política de este Gobierno, podrían distanciarse a 600 o 1.000 kilómetros".

Azkarraga se ha referido a la sentencia Khordokvoski y Lebedeb contra Rusia, con la que el Tribunal de Estrasburgo tachó la dispersión de presos como contraria al Convenio Europeo de los Derechos Humanos, y que sí limitaba la distancia.

Los portavoces han explicado que el objetivo de Sare es que estas cuestiones estén en la agenda de todos los partidos políticos, "y no sea una lectura puntual". Así, la red ha comenzado ha reunirse con partidos como PNV, Bildu y PSE, a los que, aunque se muestren "receptivos" y lancen mensajes públicos en contra de la dispersión, piden también que comiencen a responder "qué hay que hacer para cambiarlo". En su opinión, "las recetas viejas no sirven".

En paralelo, Sare está impulsando en diferentes municipios, universidades y trabajos una campaña de sensibilización para "trasladar a la sociedad la problemática de la dispersión" y captar socios. Pagando cinco euros podrán hacerse miembros de la red sarekide. "Necesitamos unas 25.000 fichas para avanzar en nuestros objetivos", anticipan en este movimiento que quiere caracterizarse por su "pluralidad".

Para impulsar esta "concienciación y dar a conocer la dispersión", además, Sare se ha propuesto distribuir a partir del próximo 1 de noviembre 500.000 copias de El libro de la dispersión, un ejemplar con textos del Catedrático de Derecho Iñaki Lasagabaster o el bertsolari Igor Elortza que será lanzado por Internet y a través del intercambio en España y Francia. El tomo incluye un análisis jurídico y de la legislación, una aproximación humana y sociológica y un apartado con aplicaciones de realidad aumentadas en los que poder desarrollar sus mensajes. Será distribuido, de momento, en español, euskera, francés e inglés, aunque miembros de la red ya se han ofrecido a traducirlo al alemán o al árabe.