Convertir en éxito el fracaso
Ambiente paradójico: los inteligentes son excluídos, marginados, mientras los trileros y tramposos son el nuevo modelo social
Tienen razón quienes dan por seguro que vivimos una nueva etapa de la humanidad: abrumadora tecnología, big data, cargado ambiente a-cultural. Aquí estamos, atónitos, estupefactos ante el no funciona y el gran festivaldel circo político y la corrupción. Ambiente paradójico: los inteligentes son excluidos, marginados, los trileros y tramposos son modelo social. Bravo: el fracaso se transforma en éxito.
El no funciona se produce en tiempos en que un avioncito teledirigido (dron) hace la guerra y las empresas son mastodontes todopoderosos capaces de dejar al mundo sin luz eléctrica. El no funciona se expresa en el fracaso del ébola olvidado en Africa por gobiernos y farmacéuticas. En España (pese a la buena voluntad y la impecable competencia médica) el episodio/ébola nos confirma como número uno en chapuzas políticas: lo nuestro no es la organización. ¡No funcionan tantas cosas imprescindibles en la vida diaria!
La señora Merkel sigue con la religión económica de la austeridad que aniquila pequeñas empresas, lleva a millones de personas al paro y destruye servicios que engrasan la vida. No funciona. ¿Tendremos presupuestos para 2015 los catalanes? ¿Para qué?
Lo que importa es la fiesta: el gran festival del circo político bajo el que crece la corrupción. Algo terrible para las generaciones del futuro, espectáculo novedoso, brutal, con unos alardes de estulticia no imaginables para los que hemos visto casi todo. Es la fiesta del fracaso que lleva al éxito: así ocurre con el desborde excluyente del capitalismo salvaje. El gran festival del circo corrupto es un deja vu del extraordinario relato de Edward Gibbon sobre la Caída y decadencia del Imperio Romano (1776 y 1788). Ciclos históricos implacables, líderes obtusos.
¿Qué pensar de los 1.977,9 millones de euros repartidos entre televisiones y radios públicas en 2013, frente a los 1.912 millones que gestionó el mismo año el Ministerio de Sanidad? Aunque son las comunidades autónomas las que gestionan el grueso de los servicios sanitarios, el ministerio es responsable de funciones de prevención y programas para los que en 2015 dispondrá de apenas 1.919 millones de euros. Sintomático.
Aznar reprocha a Rajoy que quiera (¿) dialogar con los catalanes (¿con cuáles?). Mas, en lugar de dimitir, lidera la ola del gran circo e inventa una consulta/espectáculo. ¿Reivindicación o estrategia electoral? ¿Y la democracia? ¡Qué no decaiga! No hay gobierno, ni presupuestos pero sí espectáculo non stop. El no funciona catalán (con el desgobierno) va a tope y el circo también (con su corrupción a cuestas).
En el festival del sálvese quien pueda ahora empieza la película de la lista (electoral) de país encabezada por el exitoso líder del pueblo llamado Artur Mas. ¿Qué será de este invento? ¿Convergencia busca su autodestrucción o autosalvación? ¿Se trata de que manden Forcadell o Casals? ¿Mujeres para salvar Cataluña? El conseller Homs y otros deberían pasar por la factoría Disney/Hollywood y proponer innovaciones especializadas en que lo más inútil sea al fin lo más útil. ¡El mundo nos mira y la lista de país es lo último de lo último!
Hasta la Academia Española reconoce vocablos que parecen salidos de una canción de Lola Flores como serendipia —descubrimiento inesperado cuando se buscaba otra cosa— que describen la magia del no funciona combinada con el gran festival de circo y corrupción. Así es la nueva etapa. No crean que es cosa rara: Michael Jackson, dicen, gana mucho más dinero muerto que vivo.
Estas cosas, ¿tan nuevas?, son estudiadas en todas partes. Byung-Chul Han, coreano profesor de Filosofía en la Universidad de Berlín (de moda entre nosotros gracias al colega Francesc Arroyo y El País) publica ahora un ensayo de 127 páginas: Psicopolítica (Herder). Ideas muy claras: los contemporáneos están encantados en someterse por sí mismos al entramado de dominación y su propaganda/espectáculo que les integra definitiva e igualitariamente. “Vivimos una fase histórica especial en la que la libertad misma da lugar a coacciones. (…) El sujeto del rendimiento, que se pretende libre, es en realidad un esclavo absoluto (…) que se explota a sí mismo de forma voluntaria”, escribe.
Han se refiere al sistema (cultural) creado por el capitalismo que nos rodea y subraya que el sujeto no es consciente de su sometimiento. Lleva su trabajo con mano radical y concluye: “Frente a la creciente coacción a la conformidad sería hoy más urgente que nunca aguzar la conciencia herética. (…) El herético es quien dispone de una elección libre. Tiene el valor de desviarse de la ortodoxia (…) y de la conformidad. (…) El idiota, como el hereje, es una figura de la resistencia contra la violencia del consenso. (…) El idiotismo se opone al poder de la dominación neoliberal, a la comunicación y a la vigilancia totales”. Ya saben, el idiota es el sabio, el hereje que no sigue las consignas es un individuo libre. Bonito, ¿no? ¿Cuántos herejes/idiotas quedan? ¿Solo el Papa?
Margarita Rivière es periodista.
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