De Lara eleva la investigación sobre Barreiro al Tribunal Supremo

Tráfico de Influencias y cohecho. Según la exposición razonada de 72 folios que la juez del caso Pokémon ha remitido al Supremo, el aforado José Manuel Barreiro, conocido por los cabecillas de la trama como El Chino o El Oriental, podría haber cometido estos dos delitos. El portavoz del PP en el Senado, presidente del PP de Lugo y exvicepresidente segundo, por detrás de Feijóo, de la Xunta de Fraga, es sospechoso para los investigadores de haber intercedido ante su partido por la empresa Vendex de contratas públicas, supuestamente a cambio de una cantidad igual o superior a 5.000 euros. También, de haber enchufado a un vecino de Antas de Ulla que ahora trabaja como controlador de la ORA en Lugo. El hombre fue contratado solo 10 días después de que Barreiro contactase con el jefe de la empresa en Galicia para proponerle su nombre, según concluye la magistrada por los pinchazos, los mensajes de los móviles requisados y las propias declaraciones de representantes de Vendex que estuvieron detenidos en 2012.

La juez Pilar de Lara quiere que el Supremo asuma la investigación sobre Barreiro que, al estar protegido por su cargo de senador, ella no continuará. Pide que El Chino (como insistentemente se refieren a él en las escuchas y se le cita en las agendas del jefe gallego de Vendex, José María Tutor, desde 2009) preste declaración en calidad de imputado ante el alto tribunal. El fiscal jefe de Lugo también lo ha pedido.

Los agentes de Aduanas han documentado varios encuentros entre Tutor y Barreiro. Y no solo por las referencias a estas citas recogidas en los pinchazos. En el sumario de la Pokémon figura una supuesta reunión en la sede del PP de Lugo en la que los investigadores pudieron comprobar los posicionamientos del teléfono del responsable de Vendex. Esta cita formaría parte de la que el propio Tutor bautizó como la Ruta del Bacalao, un frenético periplo en vísperas de las elecciones municipales de 2011 para hacer entrega de presuntas mordidas a diversos políticos de las cuatro provincias.

En otra ocasión, los agentes siguieron los movimientos de Tutor el día que dijo que iba a encontrarse con El Chino en el aeropuerto de Alvedro. Allí constataron que el político y el empresario estuvieron juntos. La magistrada cree que Vendex utilizaba a Barreiro para acallar al PP de Lugo, que desplegaba por entonces duras campañas mediáticas contra la gestión de la ORA en la ciudad gobernada por el PSOE de Orozco. Y destaca que, tras las primeras detenciones de la Operación Pokémon, en las que cayeron los mandos del grupo empresarial, las críticas del PP local volvieron a arreciar.

En las cuentas bancarias del PP y la documentación facilitada por los populares al juzgado de Instrucción 1 de Lugo, no aparece rastro de los 5.000 o 6.000 euros que, en principio, se sospecha que cobró el senador a cambio de favores políticos. Esto, dice la juez, “revelaría que el pago se podría haber realizado al señor Barreiro a título particular”.