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El Consello da Cultura se opone a la tala masiva de árboles en Sarria

Considera "prioritario" salvar los 178 alisos que prevé eliminar el Gobierno central

El mismo día que hizo públicas sus conclusiones contrarias a la actuación de la Xunta en el Castelo de Monterrei, el Consello da Cultura Galega, órgano asesor del Gobierno de Feijóo, dio a conocer el resultado de otro informe demoledor, el relativo al plan de encauzamiento del río Sarria a su paso por el corazón de la localidad lucense a la que da nombre. Los 178 árboles, en su mayoría alisos sanos, que forman un singular bosque de ribera en la zona del Malecón, cuya tala está prevista en el proyecto oficial, son, para la institución, elementos que “hay que preservar de una manera prioritaria”, “indiscutibles” e “insustituíbles” como “definidores del paisaje fluvial urbano” de Sarria. Esta vez el varapalo se lo llevan tanto el promotor de la obra, la Confederación Miño-Sil, como los organismos autonómicos que dieron salida al proyecto cuando estuvo en su mano corregirlo en mayor medida o pararlo.

 El documento del Consello, firmado por Francisco Díaz-Fierros (coordinador de la Sección de Ciencia, Natureza e Sociedade) e Iago Seara (responsable de la de Patrimonio), sale en defensa de esos árboles a los que se encadenaron los vecinos para salvarlos. Ante la “repercusión social” tan “importante” que alcanzaron los hechos, las Administraciones “no pueden mostrarse ajenas”, defiende el Consello.

El informe va repasando las intervenciones que contempla la Hidrográfica sobre los bienes patrimoniales según el “orden de importancia en que estos deberían ser preservados”. Por delante de cualquier otro, cita “el bosque de ribera de olmos y alisos” y “las dos pequeñas islas situadas en el lecho”, todo ello “ligado a la conformación de la traza y el territorio histórico del Camino Francés”. También defiende que los restos medievales que sobreviven bajo el puente de A Ribeira, objeto de reforma, deben contar con “una protección especial”, y destaca el valor de estructuras como la antigua presa, que va a ser demolida. Critica, además, el fuerte impacto estético de varias actuaciones, algunas de ellas accesorias, que nada tienen que ver con el fin del plan de la Confederación: combatir posibles inundaciones.

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