Lokarri se disolverá en marzo de 2015 para crear una nueva entidad
Paul Rios da por concluida la trayectoria del movimiento social, al considerar que el "proceso de paz es irreversible"
En marzo de 2015 finalizará la trayectoria del movimiento social por la paz y convivencia Lokarri, al creer vencidos sus objetivos. "El proceso de paz es irreversible", ha anunciado este jueves Paul Rios, coordinador general de esta organización que lleva 22 años en funcionamiento. Su origen se remonta a su antecesora, Elkarri, un modelo impulsado por el entonces concejal de HB en Tolosa Jonan Fernández (actual secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco) que trataba de alcanzar al fin del terrorismo con mediación y diálogo entre todas las partes. La organización se disuelve, pero no desaparece. "Solo es el final de una etapa", ha asegurado Rios, que prevé la "creación de una entidad" que, aunque no será un movimiento social, seguirá su "legado de ideas y propuestas".
Lokarri fue una de los promotoras de la Conferencia de paz Aiete, presidida por Kofi Annan que precedió al anuncio de cese definitivo de la violencia de ETA el 20 de octubre de 2011 y que causó numerosas críticas en su día. Rios, acompañado en Bilbao por la dirección del movimiento, ha asegurado que uno de sus retos a corto plazo es buscar una fórmula para seguir dando cobertura a este grupo de apoyo internacional de contacto, liderado por el abogado Brian Currin y que ha participado en diversas iniciativas.
La organización, que decidió "prácticamente por unanimidad" en la asamblea del pasado 27 de septiembre su disolución, se fija antes de marzo, además, el objetivo de hacer un nuevo esfuerzo para impulsar nuevas iniciativas no concretadas que empujen a seguir "haciendo avances". Rios ha emplazado a otros espacios, como el Foro Social, para mantener los esfuerzos a este respecto. "Afortunadamente hay muchos espacios para participar", ha anticipado Rios, que no ha precisado si será desde un partido político o en otro tipo de fundación.
Lokarri —lo que sirve para unir, en euskera— nació en 2006 como heredera de la plataforma Elkarri, a la sombra de las polémicas obras de la Autovia de Leizaran, como una organización social cuyo objetivo era la "normalización de la convivencia" para aprovechar "las oportunidades surgidas tras la tregua de ETA". Ese proceso de paz fracasó, pero en 2009 regresó para volverlo a intentar, con dos condiciones: "el final de la violencia de ETA y la legalización de Sortu", cuyos estatutoss tuvieron "el privilegio" de organizar, ha recordado Rios. Una vez conseguidos esos objetivos, parte de los colaboradores comenzaron a plantearse que había llegado la hora de que la plataforma concluyera su actividad.
Sus objetivos, desde el principio, se basaron en dar una solución pacífica y dialogada al problema del terrorismo y al debate sobre la independencia vasca, pero, al contrario que las asociaciones de víctimas o Gesto por la Paz, era favorable a una negociación política entre el Gobierno central y la banda terrorista y al acercamiento de los presos. Otro de sus principios era apoyar la consulta popular para alcanzar una solución. Un objetivo que siguen apoyando: "La participación ciudadana es fundamentales para la resolución", ha subrayado el portavoz de Lokarri.
La decisión, prevista desde principios de 2013, no se ha visto afectada por los lentos avances de los últimos meses. Rios ha apuntado, de hecho, que no cree que el proceso esté "atascado" en su globalidad. "Si miramos el último mes, igual sí, pero si miramos desde el 2009, la situación es incomparablemente mejor; hay dificultades en el proceso de paz, pero no son insalvables, creo que está encaminado en la dirección correcta", ha concluido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.