Emoción en la despedida a Titín III

El delantero riojano Augusto Ibáñez Sacristán, Titín III, ha puesto este domingo fin a 22 años de carrera como profesional con un último partido, que ha perdido por 22-18, aunque el resultado era lo de menos, lo que realmente importaba era la emoción que ha presidido toda la tarde en el Adarraga.

Titín tenía pocas opciones de concentrarse para su último partido, porque desde una hora antes del choque ha empezado a recibir homenajes, a emocionarse él y a emocionar a las dos mil personas que han llenado el frontón Adarraga en una tarde histórica.

En primer lugar el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Logroño han entregado diferentes obsequios al pelotari, entre ellos una escultura de sus manos, que ha recibido del presidente del Ejecutivo regional, Pedro Sanz.

Y tras el reconocimiento "oficial" ha llegado otro, en la cancha del frontón, en el que su propia empresa, Aspe, y sus compañeros de club le han entregado diferentes obsequios.

El pelotari no pudo contener la emoción al dar las gracias desde la cancha

Titín ha recibido los regalos con humor, en especial las herramientas agrícolas que le han entregado sus compañeros, para su "nueva" vida; y también cuando los jóvenes de su club le han impuesto un chándal y una gorra de "entrenador jefe".

Inmediatamente después Titín ha tomado la palabra, ha tenido palabras de agradecimiento para las empresas en las que ha jugado, Asegarce y Aspe, para sus rivales y compañeros.

Y, en especial, se ha acordado de toda su familia, mientras trataba de contener las lágrimas, sin éxito, y contagiaba a gran parte de la grada, en la que estaban todos a los que ha aludido.

Por último se ha acordado de los aficionados que le han seguido durante 22 años y ha dado paso a un partido en el que el resultado importaba poco, porque lo que se pretendía era despedir a un ídolo, que ha sentido el ánimo de los aficionados hasta el final.

Se enfrentaba, en la delantera, al jugador que ahora queda como la gran referencia de la empresa Aspe, Juan Martínez de Irujo, que no ha perdonado y ha realizado un partido muy completo.

Titín jugaba su último partido con el que ha sido su compañero en los últimos años y con el que ganó su último título, Merino II; y, enfrente, estaba el otro zaguero riojano del momento, Cecilio.

Pero el papel de los dos jugadores de atrás era secundario ya que el público quería ver la despedida de un "mito" de la pelota ante otro jugador en camino de serlo. Y este último ha confirmado su ambición con un choque sin concesiones en el que tras un 0-2 a favor de los riojanos ha empezado a cruzar remates certeros que primero han igualado el partido y luego le han dado una clara ventaja de 10-5.

Titín ha buscado la reacción y con su juego habitual, de raza y fuerza, ha remontado poco a poco hasta llegar a la igualada a 14 tantos. Quedaba la recta final de su carrera y quería responder de la mejor manera a un frontón entregado, que casi se viene abajo con el tanto que supuso el empate a 17 y que fue la última lección de pundonor y sabiduría del riojano, que deja un tanto para enmarcar.

El choque no dio para mucho más. Otro empate, a 18, y desde entonces errores de Merino II y pelotazos de Martínez de Irujo para cerrar una tarde de emoción y espectáculo. Lo importante ya se había vivido.