Las futuras aceras de la Diagonal provocan un desembarco de terrazas

Feeld Organic, Le Pain Quotidien, Granier, El Fornet, Enrique Tomás y Cachitos. Todos son establecimientos de restauración —panaderías, cafeterías, tiendas con degustación o restaurantes— y todos ellos han decidido ubicarse en la Diagonal coincidiendo con los planes del Ayuntamiento de Barcelona de convertir la avenida en un boulevard que priorice a los peatones y las terrazas. La ampliación de las aceras y la posibilidad de ubicar en ellas terrazas está impulsando el interés de cafeterías y restaurantes de participar en la esperada transformación de la nueva Diagonal en el tramo que discurre entre el paseo de Gràcia y la plaza de Francesc Macià.

“Los restaurantes estaban esperando con ansia esta transformación”, explica Francesc Mateu, de la sastrería Mathevs. El dependiente de una colchonería cercana comparte la misma idea. Marta Canut, la presidenta de la asociación de comerciantes Diagonal Centre confirma esa “apuesta”.

Pero quienes saben y ahora constatan del despertar de nuevos locales son los consultores inmobiliarios, que han visto cómo desde que se aprobó la reforma el interés inversor por la Diagonal ha crecido, los locales vacíos se han reducido (acompañados de una bajada de los precios) y los interesados en ocuparlos eran grupos de moda (Carmina Shoemaker, Michael Kors), de menaje (DekoPalace, Dormity, Casa Viva) y, sobre todo, de restauración.

“Muchas marcas de restauración han visto que hay proyecto de terrazas y han apostado por ubicarse en la Diagonal”, explica María de Marco, especialista en locales comerciales de Ascana. Mònica Manguillot, de Busquets Gálvez, relata que “poco a poco” se van firmando operaciones para ocupar locales (actualmente hay una veintena vacíos) pero básicamente de moda y firmas de restauración, una idea que corrobora Susana Delhombre, de la consultora CB Richard Ellis. Afirma que “hay firmas importantes de moda en búsqueda de local”.

Ayuntamiento y comerciantes buscan unificar el diseño de las pantallas

En todo caso, el interés por tener una terraza en las aceras de la céntrica avenida que todavía se están construyendo ya está generando movimientos en el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene prevista el próximo mes de octubre una reunión con la asociación Diagonal Centre para hablar sobre la posible homogeneización de las pantallas de protección que separan las sillas y mesas del tráfico. La plataforma de comerciantes —de la que salió la actual reforma urbanística— quiere evitar el “follón” estético de Rambla de Cataluña, donde conviven pantallas, maceteros y sillas y mesas de distintos colores y materiales. Asimismo, la presidenta de los comerciantes apuesta por fijar distancias de separación entre una terraza y otra.

Mientras las obras no concluyen y tras meses de trabajos, los comercios de la zona sufren las molestias. El dependiente de la tienda de colchones aseguraba el viernes que llevaba una semana sin que nadie entrara en la tienda y que estas últimas han sido las peores rebajas que recuerda, pese a que antes del inicio de la remodelación su facturación mejoraba un 2% respecto al mismo periodo del año pasado. “Estas obras nos van a acabar de hundir”, se lamenta. Mateu, sin embargo, piensa que los quebraderos de cabeza que están sufriendo “son un sacrificio que se tenía que hacer”.

Los intermediarios inmobiliarios prevén que no se podrá comercializar la totalidad de locales vacíos hasta que no finalicen las obras. Delhombre cree que el proceso no concluirá hasta que pasen tres o cuatro años, pese a que se ha producido una importante reducción de los precios de alquiler para intentar atraer a grandes grupos de retail. Los precios varían mucho, en función de la fachada, la acera y los metros cuadrados.

Mangullot apunta que hay una veintena de locales pero que no todos están suficientemente bien ubicados o tienen una óptima distribución interior para resultar atractivos. La Diagonal tiene, dice, algunas zonas críticas: tramos como las aceras del lado mar cercanas a la calle de Aribau.