_
_
_
_
18º BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA

La memoria es algo muy personal

Rafaela Carrasco reinterpreta el legado del Ballet Flamenco de Andalucía

Carrasco en el baile de 'La leyenda', uno de los cuadros del 'Imágenes'.
Carrasco en el baile de 'La leyenda', uno de los cuadros del 'Imágenes'.Antonio Acedo

Imágenes. Ballet Flamenco de Andalucía. Dirección artística: Rafaela Carrasco. Coreografía: Rafaela Carrasco y David Coria. Solistas: David Coria, Ana Morales y Hugo López. Bailaoras: Rafaela Carrasco, Ana Morales, Alejandra Gudí, Florencia O’Ryan, Laura Santamaría, Paula Comitre y Carmen Yanes. Bailaores: David Coria, Hugo López, Eduardo Leal, Antonio López y Alberto Sellés. Músicos: Antonio Campos, José Anillo, Jesús Torres y Juan Antonio Suárez Cano. Creación musical: Antonio Campos, Jesús Torres y Juan Antonio Suárez Cano. Diseño de iluminación y espacio escénico: Gloria Montesinos (AAI). Imágenes: Visuales Tama. Diseño de vestuario: Blanco y Belmonte.

Teatro de la Maestranza. 19 de septiembre de 2014

Si en literatura las memorias pueden ser un género de ficción, en el terreno de la danza, una mirada hacia atrás, a lo visto o lo vivido, debe estar sujeta también a la percepción o a la experiencia individual. No todos recordamos de la misma forma, y nuestra visión del pasado es única en cada caso. Eso es algo de lo que honestamente previno Rafaela Carrasco al presentar su visión de cinco coreografías de las muchas que puede acumular este Ballet, que nació hace ya veinte años como Centro Andaluz de Danza. De este modo, su recuperación de esas obras huye decididamente de la recreación calcada o de la mimesis para acercarse a una creación propia con el sello de su autora, quien por otra parte ha absorbido gran parte del legado de algunos de los maestros que ha seleccionado. Un curioso caso de retroalimentación.

La marca de Rafaela puede estar en una cierta modernidad y en la sobriedad que rehúye de lo folclórico. También en un orden exigente, el que debió aprender de Maya, por ejemplo. Con su recuerdo fue ella quien inauguró la función con un baile percusivo y enérgico, mandando sobre una compañía ordenada con precisión. Otra marca podría estar en el equilibrio, imprescindible para el carácter dinámico de su visión de El perro andaluz de Pagés, donde dejan sus primeros detalles los solistas Ana Morales y David Coria, que confirmarían su valía en cuadros posteriores. La primera con los tangos que cerraron el siguiente cuadro, La leyenda, que creara José Antonio en homenaje a Carmen Amaya. Lo había abierto la propia Rafaela con una blanca bata de cola infinita, momento de baile templado y líneas curvas, para dar paso al cuerpo de bailaoras con una armoniosa coreografía.

La señalada sobriedad y alergia a lo folclórico se manifiestan de forma destacada en la manera en que Rafaela plantea Mirando al sur, de Cristina Hoyos, reconocible, eso sí, por las maletas de una compañía en tránsito, que terminan jugando un importante papel para la coreografía y el baile solista, el de Hugo López de forma especial en esta ocasión. Porque, en la dialéctica entre lo individual y lo colectivo, Carrasco opta por un reparto equilibrado que el espectáculo agradece.

Una música exquisita domina todos los cuadros. Los guitarristas Torres y Cano, junto al cante de Campos y Anillo, soportan todo el peso creando atmósferas, aportando dosis de lirismo y mucha serenidad. Es, por ejemplo, el momento de la entrada de Rafaela en el cuadro postrero que, con juego de mantones, no podía más que estar dedicado al anterior director del Ballet, Rubén Olmo. Los acordes de Viaje de regreso de Cano acompañan el baile de Carrasco y, poco a poco, se va integrando la compañía con intercambio de mantones y, de nuevo, con lucimiento de solistas (esta vez le toca a Coria). Al final, todos en el corro de la media luna, se entregan a la música de la caña para ofrecer los momentos de mayor vivacidad de la noche.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_